Sí, no hay turistas y no hay sancocho para fabricar el pienso líquido, pero tampoco hay semillas para sembrar viandas y tubérculos para alimentar a los cerdos.
A ello súmele que la tierra en la cual pudieran sembrarse el boniato, la yuca y la malanga, demoran hasta 114 días en entregarse.
El productor Edelso Gómez, un campesino de la provincia de Ciego de Ávila, se la puso “dura” a los funcionarios que se reunieron con campesinos avileños para analizar el problema del déficit en la producción de carne de cerdo en la provincia.
Edelso señaló entre las dificultades para afrontar las difíciles circunstancias de garantizar la alimentación animal, la no disponibilidad en la provincia de semillas de yuca, boniato ni malanga.
Al menos en lo que a este redactor corresponde, siempre ví sembrar el cangre de yuca para obtener la yuca, y el bejuco de boniato para obtener el boniato, pero que no existan las semillas – siempre existen las semillas – complejiza el panorama para Edelso, y para miles de Edelsos más en el país.
Edelso responde así a los miles de asombrados lectores que por estos días reían con la noticia: Déficit de carne de cerdo se debe a que no hay turistas.
Por extraño que parezca la noticia tenía su lógica. Desde hace años en Cuba se utiliza un pienso líquido para alimentar los cerdos, obtenido del sancocho de los hoteles. Con la industria turística paralizada por la llegada a la isla del coronavirus, se redujo el volúmen de sancocho y “los cuadros” cubanos, acostumbrados a no tener nunca un plan B a mano, se quedaron sin alimentos para los cerdos.
Fue así como surgieron las preguntas ¿ y el boniato? ¿y la yuca? ¿y la malanga?
Sí, porque a los muchos años de depresión económica y de importaciones contadas con los dedos de las manos luego de ser analizadas y aprobadas por los jerifaltes del MINCEX, soñar con pienso, granos de maíz y soya, sabe a quimera.
La lógica indica que a mano deberíamos tener yuca, malanga y boniato; al menos eso, fácil de obtener si las tierras estuvieran sembradas y puestas en manos de un agricultor interesado en producirla y no de un estado que mide con pinza a quién se la entrega. A todo ello se suma el mismo Estado que no solo no les paga luego a los productores los alimentos, sino que cada día les otorga menos recursos a los productores; pero Edelso lo ha dicho con claridad meridiana.
No anduvo el guajiro escondiéndose para manifestarlo. Lo expresó delante de Carlos Luis Garrido Pérez, presidente del Consejo de Defensa Provincial; Yandira Sánchez Fuentes, directora de la Empresa Porcina en la provincia, y otras autoridades políticas y gubernamentales del municipio Ciego de Ávila, y directivos de la Empresa Porcina.
Allí debatieron productores privados del municipio cabecera de Ciego de Ávila y dirigentes de sus bases productivas, que preocupados por el cierre de la cayería norte de la provincia se encuentran sin turistas para alimentar a sus cerdos.
“¿Qué estrategias con soluciones propias pueden adoptarse para garantizar el alimento porcino? ¿Cuáles trabas internas aún persisten en el incentivo a la obtención de carne de cerdo en Ciego de Ávila? ¿Cómo minimizar la matriz de piensos importados, ahora restringidos a niveles ínfimos por los efectos de la COVID-19?”, fueron las interrogantes que debieron dilucidar los expertos.
Entre los que se encontraba Edelso.
Ciego de Ávila ya presentaba en 2019 déficit de carne de cerdo
En el año 2019 se deprimió muy poco el turismo en la provincia, pero a pesar de que había turistas y sancocho para producir pienso líquido, “las tensiones con la carne de cerdo en Ciego de Ávila venían de más atrás en el tiempo.”
Un reportaje del diario Invasor nos habla de diciembre de 2018, una deuda acumulada con la carne, tan grande como “la deuda acumulada de pienso de la Empresa Porcina de la provincia con los productores que asciende a más de 6 800 toneladas (t), de ellas más de 4 000 para la ceba con animales propios y 2 600 destinadas a la preceba”.
Al presidente del Consejo de Defensa Provincial no le quedó más remedio que sugerir un ajuste en el plan de carne de cerdo del presente año, de más de 4 000 t. Con el plan ajustado, si se llega, se podrá hablar de cumplimiento. Si se pasa, de sobrecumplimiento entonces.
La ocasión fue propicia para que Yandira Sánchez Fuentes, la inefable directora de la Empresa Porcina en la provincia, volviera a hablar del pienso liquido y los turistas de Cayo Coco y Cayo Guillermo.
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De precios muy altos en servicios e impuestos que imponen la Empresa Nacional de Proyectos Agropecuarios (ENPA), InterMar, la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) y las instituciones bancarias, habló Leonel Duarte, asociado a la Cooperativa de Créditos y Servicios José Martí, quien propuso “ofrecer beneficios fiscales a los productores porcinos como demorar el pago de impuestos y otras acciones de estímulo, sobre todo en la actualidad cuando los rendimientos son más bajos con respecto a años anteriores.”
Duarte habló de que el país, incluso, pudiera exportar carne de cerdo (si cambian, claro, las relaciones productivas)
Todo se complicó cuando, al hablar de la necesidad del otorgamiento de tierras para el fomento de alimentos agrícolas, Garrido Pérez señaló que no se puede esperar 114 días para responder a las solicitudes de tierras por los productores, para dedicarlas a la obtención de alimento animal.
De estas palabras se desprende que Edelso, si así lo necesitara, deberá esperar casi cuatro meses para que le otorguen un pedazo de tierra donde sembrar yuca, boniato y malanga con el cual poder alimentar a sus cerdos que se quedaron sin turistas.
Si le dan por fin la tierra, a Edelso solo le faltaría entonces la semilla.
por Roberto A.
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