Estos cerdos criollos se alimentan de subproductos como el arroz, el palmiche, la yuca, el maíz y hasta de las hojas de plátano.
Los cerdos criollos, o cerdos de capa oscura, pueden criarse sin tantos remilgos alimentarios. El Ministerio de la Agricultura en Cuba (MINAG) apuesta por ellos ahora, según refleja lo publicado en su portal.
Cuba quiere producir cerdos criollos, esos que no necesitan del pienso líquido aportado por “turistas”, ni medicamentos importados. Estamos hablando de los cerdos criollos, o de capa oscura.
Los cerdos criollos desechados de los planes del Ministerio de la Agricultura desde hace muchísimos años debido a su bajo nivel de carne, les posibilitaría no tener que importar pienso, medicinas y otros suplementos alimenticios, ya que estos cerdos criollos se alimentan de subproductos como el arroz, el palmiche, la yuca, el maíz y hasta de las hojas de plátano.
Imposibilitados de incrementar los niveles de producción de carne de cerdo en el país, debido a la poca capacidad financiera para comprar en el mercado internacional el alimento idóneo para los otros animales, el pienso, ahora el MINAGRI vuelve a los cerdos criollos como solución a un problema “externo”. Sí, porque la causa de todo es el embargo, aseguran desde La Habana.
O más bien desde Pinar del Río.
Sí, porque desde allí se expresó Mario Jesús Gómez Marrero, subdelegado de la Agricultura a cargo de la ganadería en Pinar del Río.
El funcionario detalló que estos cerdos pudieran ser criados “en los palmares y potenciar su alimentación con el palmiche”. Gómez Marrero señaló que hay 20 productores incorporados a la cría de este tipo de cerdos, y más de 120 han manifestado su interés en incorporarse a este programa de cría.
De igual modo, los expertos intentan lograr el cruce entre una raza criolla hembra de origen ibérico, con un semental paterno Duroc, norteamericano, a fin de conseguir algo más de carne, que de estos cerdos de capa oscura.
También en Granma potencian la cría de estos cerdos de capa oscura.
El precio de la carne de cerdo en Cuba ha alcanzado niveles elevadísimos, a pesar de que el gobierno le impuso un tope a su comercialización.
Sin embargo, la reducción de los volúmenes de producción ha incidido fuertemente en la producción de carne de cerdo en el país a un extremo tal que no se trata de precios, sino de que el cerdo no aparece; y si aparece, vuela.
Es por ello que sabedores de que la ley de oferta y demanda es la que rige en definitivas las relaciones comerciales, sus productores prácticamente venden la carne al mejor postor. Si aparece quien pague 50 por la libra en pie, la venden a 50; si sube hasta 60, la suben a 60, porque también a ellos, a los productores, se les encarece conseguir los alimentos y las medicinas.
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