Los chóferes en las calles cubanas manejan evitando baches. Son abundantes estos enormes huecos en las vías
Urbanización cubana sin baches es casi imposible. Estos agujeros en el pavimento son tan populares que hasta el propio Pánfilo, en el programa humorístico “Vivir del Cuento”, habla emisión tras emisión de uno, histórico, frente a su casa. Este cuando llueve parece la piscina del vecindario.
Y es que en Cuba, según datos ofrecidos por el Ministerio del Transporte en agosto del pasado año, más del 75% de las vías se encuentran en regular o mal estado.
Este problema con los baches ha acompañado por años a la sociedad cubana, suscitando las quejas de la población sin encontrar respuestas. Durante los festejos por el 500 aniversario de la capital, varias fueron las reparaciones de calles, principalmente en la zona de Centro Habana y Habana Vieja donde, a decir de los vecinos, la maquinaria con el llamado chapapote estuvo presente por más de una semana.
“Siempre hacen lo mismo. Eso, de toda la vida, se ha llamado tapar el sol con un dedo. Vienen, echan un poco de cosa negra, de esa que lo único que hace es acabar con los zapatos y se van. Al mes sale el hueco en el mismo lugar e incluso más grande, como para recordarte que seguirá ahí por mucho tiempo”, comenta una señora residente en La Habana Vieja.
Además desde la prensa oficialista se culpa a “las carencias de recursos imprescindibles para asumir un programa de miles de millones de dólares en medio del recrudecimiento del bloqueo”. Sin embargo, los cubanos saben que las reparaciones se realizan pero de mala gana, a medias y en tiempo récord, lo cual no garantiza un trabajo efectivo.
“Existen lugares por el que se ha obstruido el paso de los carros por las malas condiciones de la carretera. Es preferible no pasar antes que se te pare el vehículo en un bache de esos y después no tengas como salir. Es una falta de respeto muy grande. Cuando se avecinan las fechas importantes como el 1ro de mayo, el 26 de julio o la semana de Girón en abril, pintan la acera y tapan una parte para decir que cumplieron”, reclama Jesús, vecino de Diez de Octubre.
“Se ha dicho en todos lados”, asegura Mariela, vecina de Arroyo Naranjo. “Hasta en la reunión con los delegados hablamos de eso porque han ocurrido varias caídas de vecinos en las noches causa de los baches en el asfalto. Pero parece que se olvidan de las cosas, no resuelven nada y cada día te meten un cuento distinto. Estoy cansada de tanta informalidad”.
Las viejas calles habaneras han vivido durante épocas enteras con ese “bache” que parece nunca desaparecerá.
Desde la prensa oficialista se habla de “estrategias y alternativas” para resolver de una vez y por todas este deplorable panorama. El propio órgano de prensa del Partido Comunista reconoce que en Cuba las condiciones viales “distan mucho de ser idóneas” pero su plan de acciones no aterriza a la realidad de los barrios.
Texto y fotos: Vladia Rosa García
