Quisieron darse un chapuzón en las aguas de Venecia para tener algo que contar de vuelta a casa, pero el suceso les costó caro a dos turistas alemanes.
La aventura acuática de ambos turistas, del 3 de junio en el Gran Canal de Venecia, terminó con una multa y, lo que es peor, la expulsión de la famosa ciudad, informó la policía italiana a la cadena CNN.
Los atrevidos alemanes se desnudaron y dejaron sus ropas cerca del puente de Rialto, el más antiguo de los cuatro conocidos puentes que cruzan sobre el Gran Canal de Venecia. Incluso, nadaron una buena distancia y cruzaron el Gran Canal, el mayor de la urbe.
A los visitantes no les bastó con dar un paseo en las populares góndolas, y se lanzaron al agua, quizás sin saber que la multa es una medida estándar que se aplica para quienes se atreven a meterse en estas vías acuáticas, y no tiene nada que ver con el coronavirus.
Unos 350 dólares por cabeza es el monto impuesto a los nadadores del Gran Canal de Venecia, además de ser expulsados temporalmente de Venecia “bajo la regulación ‘DASPO Urbano, que permite a las autoridades expulsar a una persona de una ciudad para mantener el orden público”, amplía CNN.
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Después de ser durante mucho tiempo el centro de la pandemia en el mundo, Italia comenzó a dar pasos hacia la nueva normalidad, y comenzó a reabrir, de forma gradual, sitios turísticos a los visitantes extranjeros. Desde el 3 de junio, ciudadanos de los países Schengen pueden entrar libremente a ese país, en un intento de recuperar su industria turística.
Julio Linares
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