Un joven cubano que recién emigró a Uruguay, conversa con nosotros y nos dice: “En Uruguay no te hacen sentir inmigrante. En Uruguay, se trabaja y se vive como en cualquier lugar del mundo”.
Uruguay pudiera convertirse en el país del “sueño sudamericano” para miles de cubanos que, desde enero del 2017 han visto cerradas las puertas que les permitían entrar a vivir el llamado “american dream”. O como se le dice en español: “el sueño americano”.
La noticia la trae Infobae, que recoge declaraciones del recién electo presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou.
Lacalle Pou, quien asumirá el poder de forma oficial el próximo 1 de marzo, resaltó en pocas palabras la importancia que posee el hecho de que la nación que viera nacer a Enzo Francescolli, Luis Suarez, y al “Negro” Obdulio Varela, todos en el pasado, permita la entrada a Uruguay de todos los cubanos que quieran vivir en ese país.
Lacalle Pou dijo que “está dispuesto a abrir las puertas de su país a todos los cubanos que deseen emigrar“. El presidente uruguayo les dijo que allí podrán “reconstruir y mejorar sus condiciones de vida”, a la vez que reafirmó que Uruguay tiene los “brazos abiertos para países que están expulsando a su gente”.
“Escapan de su país (…) yo creo que (Uruguay) tiene una divina oportunidad para radicar familias. Uruguay siempre ha sido un país de brazos abiertos para países que están expulsando a su gente, básicamente venezolanos, cubanos y de otros lugares de América Latina”, expresó.
“Nuestro país tiene que ser un lugar para que la gente que no la está pasando bien diga que aquí es un lugar donde se respeta la inversión, donde pueden traer a sus familias, donde hay certeza jurídica”, dijo más adelante.
Reunido con el próximo gabinete ministerial estudiando en detalle el Anteproyecto Ley de Urgente Consideración. Por un Uruguay seguro, transparente y de oportunidades. pic.twitter.com/8Qznuz07TD
— Luis Lacalle Pou (@LuisLacallePou) February 13, 2020
Mano de obra, calificada y emigrante
La idea de que Uruguay se convierta en el “Dorado” de los cubanos a partir de la segunda década del Siglo XXI no parece descabellada.
La crisis económica perenne que golpea la isla, con mayor énfasis después del año 90´; los continuos tropiezos en materia de derecho y de política, han impulsado una ola de migración proveniente de la isla a cualquier destino del planeta.
Basicamente asentados en Europa y los EE.UU., los cubanos han experimentado asentarse en los últimos años en no pocos países latinoamericanos. Ecuador, Chile, y ahora Uruguay, han superado a otros como Argentina y Brasil. El hecho de que no pocos cubanos llegados antes se hayan largado hacia los Estados Unidos, en su mayoría a pie, por las selvas de Latinoamérica y Centroamérica después, no ha disminuido el flujo de migrantes hacia esos países provenientes de La Habana.
“Herederos”, relevo de aquellos que hasta hace muy pocos años vivían “allá abajo” – situaría en el 2016 el punto cumbre de la salida – no pocos cubanos que recién han llegado a Chile y Urugay fundamentalmente (son las dos naciones que mejor los han acogido en materias de “derechos del inmigrante”) se han asentado en estos países latinoamericanos como “una nueva opción”; para algunos, es la única, luego de que el ex presidente Barack Obama decretara de un plumazo el cese de la política conocida como Pies Secos Pies Mojados, y se les tronchara la vía de entrada a los Estados Unidos de América.
Datos y Cifras
He aquí algunos datos interesantes.
De acuerdo con cifras de la Dirección Nacional de Migración, tan solo en el 2019 llegaron a Uruguay 19,925 cubanos. De ellos, solo 5,405 obtuvieron visados para entrar legalmente al país; a 516 se les denegó por un motivo u otro.
De los 19,925 cubanos que ingresaron a Uruguay en el 2019, 1.202 lo hicieron en enero; 1.578 en febrero; 1.126 en marzo; 1.357 en abril; 1.743 en mayo; 1.550 en junio; 1.604 en julio; 2.048 en agosto; 1.890 en octubre; 1.978 en noviembre; y 1.739 en diciembre, siendo septiembre el mes con más ingresos: 2.110.
El diario El Orbe News explica que esta oleada de cubanos a Uruguay en 2019 supera en más de 11 veces el número de las correspondientes al 2016, convirtiendo a Cuba en la nación que más migrantes aportó a Uruguay con un promedio de 33 ingresos por día.
En cuanto a las residencias concedidas, en el 2019 la nación uruguaya concedió residencia a 1.156 cubanos. Se les concedió a 8 en enero; a 84 en febrero; 153 en marzo; 47 en abril; 113 en mayo; 85 en junio; 119 en julio; 140 en agosto; 67 en septiembre; 114 en octubre; 132 en noviembre; y 94 en diciembre. En igual periodos, 4 129 cubanos iniciaron sus procesos para obtener la residencia en Uruguay.
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“En los últimos cinco años se han establecido en ese país 24,485 cubanos, según los saldos migratorios (el número de cubanos que llegan a Uruguay menos el número de cubanos que salen del país), una cifra nada despreciable para un Estado de 3.4 millones de habitantes,” expresa el medio.
“Cabe destacar que cuatro de cada diez cubanos que obtuvieron la residencia uruguaya, en los últimos dos años, son profesionales. Su buena formación ha sorprendido a los empleadores.”
Uno de estos profesionales asentados en Uruguay es el joven periodista de origen cubano Anibal Oliva Yañez.
En declaraciones dadas en exclusiva a nuestro blog, Anibal resume su experiencia de esta manera: “En Uruguay, se trabaja y se vive como en cualquier lugar del mundo”.
“En Uruguay no te hacen sentir inmigrante, si bien es cierto, que aman mucho a Cuba por las historicas relaciones de los gobiernos y politicos de izquierdas con Cuba,” explica el joven, para luego decir que “Uruguay ha sido el pais que más le ha enseñando y el que más oportunidades le ha brindado.
“Es un país chico, caro, pero que le abre las puertas al inmigrante; tiene un sistema de leyes que favorecen la inmigración, venga de donde venga, y le otorga los mismo derechos al inmigrante que al nacional“.
Luego, establece una comparación con Suiza, país que tradicionalmente consideran como uno de los mejores países del mundo para vivir, y dice:
“No es Suiza, pero tiene estabilidad politica, social y el poder experimentar lo que es una democracia plena ha sido para mí lo mas importante que haya vivido nunca antes.”
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