Sencillamente hay que estar muy mal de la cabeza y ser MUY RACISTAS, como para reírse delante de las cámaras, e intentar iniciar un “George Floyd Challenge”.
Unos jóvenes blancos -permítaseme usar la palabra, porque no creo que a ningún hijo descendiente de África se le ocurriese tamaña idiotez racista- han ido a la cárcel por ser protagonistas de un “George Floyd Challenge”, un ofensivo reto surgido entre adolescentes, en el cual se burlan del crimen cometido contra George Floyd, rememorando la escena de su muerte. El reto, que se compartió rápidamente en las redes, recibió fuertes condenas, dice el diario Daily Mail.
La aparición de fotografías en las que jóvenes, de tez blanca, todos residentes en Inglaterra, repiten la escena que le dio la vuelta al mundo, donde Derek Chauvin, el ex oficial de Minneapolis, mantenía su rodilla sobre el cuello de George Floyd, enardeció a no pocas personas.
Divulgadas a través de la red social Snapchat, lo que para ellos era una burla, es ahora el motivo por el cual se encuentran detenidos, con riesgo de enfrentar cargos por delito de odio, y con riesgo de enfrentarse a presos afrodescendientes, a quienes de seguro esta “broma” no les cayó muy bien y no se la dejarán pasar.
#GeorgeFloydChallenge now this is the disrespectful shit that makes it very tough to overcome tragedies. I am on the front lines requesting these individuals be identified, please expose them. Punk ass cowards mock from afar!!! #pleaseRunThatInfo pic.twitter.com/plY2gvW0dG
— ROBERT MATHIS The1st (@RobertMathis98) June 3, 2020
Sencillamente hay que estar muy mal de la cabeza y ser MUY RACISTAS como para ponerse a recrear la muerte de George Floyd y reírse delante de las cámaras, iniciando un “George Floyd Challenge”.
Hacerlo en Inglaterra, además, es doblemente peligroso, pues allí las leyes para este tipo de delitos es muy severa.
El término “crimen de odio” se puede usar para describir una variedad de comportamientos en los que el perpetrador está motivado por la hostilidad o demuestra hostilidad hacia la discapacidad, raza, religión, orientación sexual o identidad transgénero de la víctima.
Estos aspectos de la identidad de una persona se conocen como ‘características protegidas’. Un delito de odio puede incluir abuso verbal, intimidación, amenazas, acoso, agresión, así como daños a la propiedad. El que delinque también puede ser un amigo, cuidador o conocido que explota su relación con la víctima para obtener ganancias financieras o algún otro propósito criminal.
En Inglaterra y Gales, las cadenas de crímenes de odio monitoreadas son: agravado racial y religiosamente; homofóbico, bifóbico y transfóbico; y discapacidad odio crimen.
Estos aspectos están cubiertos por la legislación (artículos 28-32 de la Ley de delitos y desordenes de 1998 y artículos 145 y 146 de la Ley de justicia penal de 2003) que permite a los fiscales solicitar una elevación de la pena para los condenados por un delito de odio.
La policía y la Fiscalía de la Coronoa (CPS por sus siglas en inglés) en Inglaterra han acordado la siguiente definición para identificar y señalar crímenes de odio:
“Cualquier delito que sea percibido por la víctima o cualquier otra persona, motivado por hostilidad o prejuicio, basado en la discapacidad de una persona o discapacidad percibida; raza o raza percibida; o religión o religión percibida; u orientación sexual u orientación sexual percibida o identidad transgénero o identidad transgénero percibida”.
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