“La libreta de abastecimiento es muy querida por la mayoría de los cubanos”, según un periodista de la Revista Buenos Días
La Revista Buenos Días de la televisión cubana vuelve a estar en el punto de mira; para mal, por supuesto. Ante las cámaras, sin el menor rubor, el periodista Abdiel Bermúdez decía: “mucho se ha hablado sobre la libreta de abastecimiento es necesaria o no, si responde a nuestras necesidades o no, si se va a quitar o no. A mí me parece, a mí me parece, que la libreta es muy querida por la mayoría de los cubanos”.
Tras la emisión de algunos comentarios de cubanos sobre la libreta, previamente seleccionados de un documental, el periodista concluía: “bien interesante, ¿verdad? Y hasta yo diría que jocoso en algunos casos”.
Posteriormente Bermúdez contó con la presencia de Marpessa Portal de Villiers, directora de Ventas Minoristas del Ministerio de Comercio Interior, quien explicó los motivos por los cuales se propuso, en diciembre último, una resolución que prohíbe a quienes lleven más de tres meses fuera del país, tener acceso a su canasta básica mediante la libreta de abastecimiento.
La funcionaria especificó ante el periodista de la Revista Buenos Días que la OFICODA colabora con el Registro Civil y otras instituciones estatales para que estén actualizados los fallecidos y aquellos cubanos que viajan por trabajo. Sin embargo, acotó que es “responsabilidad fundamental del jefe de núcleo dar de baja a quienes se ausentan por más de tres meses del domicilio, lo que actualmente se incumple”.
Los cubanos y la libreta de abastecimiento
Maguy no tiene sentimiento alguno hacia la libreta. “Estuve enamorada de ella en otros tiempos, cuando era más variada la distribución y se velaba por la correcta alimentación de los ciudadanos. Ahora es simplemente un mal necesario”, aclara.
A día de hoy, pocos productos se comercializan en Cuba por esta vía. “Si acaso arroz, el pollo, la dieta y el pan. No la uso para más nada porque para poco sirve ya. En mis tiempos sí daba gusto: leche condensada, carne, galletas. Las nuevas generaciones no conocerán nada de eso, pues cada vez vamos más para atrás”, declara Antonio José, jubilado.
Con la nueva medida, muchas familias se verán afectadas. Odette, quien recibía los alimentos de un núcleo de cuatro personas, residentes todos en el exterior, tendrá una gran pérdida: “Hay dos niñas en esa libreta. Con la medida esa, debo olvidarme de la leche y los huevos, con lo cual resolvía cantidad. En definitiva, ese excedente ahora te lo vende el bodeguero”, amplía.
Yunior tampoco entiende. Recientemente repatriado, reside en Canadá y viaja a Cuba justo antes de los 24 meses. De acuerdo con su testimonio, sus mandados, aunque no muchos, mitigaban algunas escaseces a su familia. “Es el afán en este país de hacer trámites. Primero un infierno de papeles para la repatriación, ahora la libreta. Eso me obliga a más problemas cuando venga, porque quiero mis mandados, pues es lo establecido, eso a sabiendas de que, a mi tercer mes de ausencia, mis parientes carecerán de los menguados productos. ¡Qué acaben de quitarla para que la gente termine de subirse por las paredes!”, concluyó.
María Carla Prieto
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