Mal le fue en el Tángana al Dr. José Rubiera el pasado martes. Casi a punto de echar combustible, la dependienta se fue a comer y regresó 25 minutos después.
Una de las personas más queridas y respetadas por todo el pueblo de Cuba, el Dr. en meteorología José Rubiera, “explotó” en Facebook contra lo que él considera una falta de respeto y un gran maltrato a los consumidores, en el servicentro Tángana, uno de los más céntricos y concurridos en La Habana.
El motivo de la “tángana” de Rubiera está relacionado con un suceso que vivió el querido meteorólogo en una gasolinera de La Habana.
Dice Rubiera que, tras una cola de casi una hora en el servicentro Tángana, y ya a punto de tocarle su turno para pagar e ir a la bomba de gasolina para echar combustible, la dependiente “se cuadró” y cerró el establecimiento porque ¡tenía que ir a comer!
Rubiera debió esperar otros 25 minutos porque la mujer fuera a comer, y regresara.
Rubiera define la necesidad de alimentación de la empleada como “algo comprensible”, pero lamenta con toda razón que en el Tángana, en ese momento, no hubiese una persona que sustituyera a la empleada en su horario de comida.
“La Administración… ¿Por qué no previó un relevo o sustituto para la compañera en momentos tan delicados?”, apuntó Rubiera en su perfil personal de Facebook, y lo acompañó con una foto.
“A las 8 P.M. se restablece la venta…. entonces llegó el jefe, a quien le expliqué y dije que si no tenía quien cubriera para que la compañera fuera a comer, tenía que cubrir él, pero no dejar a las personas esperando por ello. Cosas simples como esta, deben evitarse”, expresó el meteorólogo.
https://www.facebook.com/jose.rubiera.127/posts/10218923725062775
No es la primera vez que el Tángana, perteneciente a la corporacion Cupet Cimex S.A., es motivo de una queja similar. Si la memoria de este redactor no falla, hace tan solo unos meses un absurdo semejante relacionado con la venta de un producto dentro del establecimiento provocó la ira de quien quería comprarlo y no pudo, simplemente porque “no se podía” y porque “tenía que esperar al otro día”.
¿Habrá que seguir dando tángana para que el Tángana mejore el servicio?
Eso, ni siquiera el Dr. José Rubiera, tan previsor del “mal tiempo”, lo puede saber ahora mismo.
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