Que el Coppelia abra es una buena señal; o al menos una señal de que se vuelve a la normalidad en La Habana, que es como si se dijera en el país.
El Coppelia de La Habana reabrió sus puertas este fin de semana y a pesar de que el hecho pudiera haber sido motivo de un gran tumulto, fotos divulgadas por la prensa oficialista parecen tomadas de “otro planeta”.
Una pequeña cola y con distanciamiento social, fue la nota asombrosa de esta reapertura del Coppelia que tal y como había anunciado estableció medidas para disminuir el impacto del virus.
A pesar de haber vuelto a “la normalidad”, muchos habaneros rechazan salir a la calle más allá de lo indispensable y ello pudiera justificar un tanto la ausencia de público en un lugar que como norma suele estar abarrotado desde que abre hasta que cierra.
Es cierto que muchos centros de trabajos aún se encuentran cerrados; escuelas, entre ellas la cercana Universidad de La Habana, por no hablar de los cines -el Yara está justo enfrente- pero así y todo asombra ese Coppelia medio desierto, en medio de una pandemia que parecía alejarse de la capital y que en las últimas horas ha aportado “números” en un lugar tan concurrido como el Cerro.
Pero, a pesar del temor en la gente por salir a la calle, aunque muchos estaban precisamente deseando eso: salir a la calle, y a pesar de que lo menos aconsejable en estos instantes sería “pescar un resfríado en la garganta”, el Coppelia abrió y la gente, deseosa de comerse un helado medianamente decente en moneda nacional y a un precio barato, acudió al lugar donde, como anunciaron, se tomaron todas las medidas.
Un trabajador de la instalacion rocía con hipoclorito las manos de los comensales antes de entrar. Los trabajadores usan guantes y llevan puesto nasobuco.
Que el Coppelia abra es una buena señal; o al menos una señal de que se vuelve a la normalidad en La Habana, que es como si se dijera en el país.
por Roberto A.
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El viernes cuando abrieron por desconocimiento pues no se aviso no había cola pero ya desde el sábado si hay no muy grande pero si llega a la esquina de L. No hay distanciamiento como quieren hacer creer y las personas en parejas recostados a la cerca esperan unos sobre otros abrazados y muy románticos. Familias con niños los mantienen pegados a sus cuerpos o cargados. Desde las 9 am ya esperan. Paso todos los días ese reporte se ve que es de una persona que paso un día.
hola, nelson
gracias por leernos y por compartir con nosotros sus opiniones. saludos