Unas 28.000 personas seleccionaron como su preferida la foto de Sam Rowley, la cual tituló “Station Squabble” (Pelea en la estación) dentro de la categoría “las mejores del resto”.
Y es que esta pelea entre dos ratones bien que merece el premio.
Una singular y sorprendente imagen de una pelea entre dos ratones, ambos “fajándose” en el metro de Londres por un trozo de alimento, ganó un importante concurso de fotografía en Inglaterra. Lo curioso del caso no es solo la pelea entre los dos roedores, a “piñazo limpio”, sino el hecho de que el fotógrafo que la tomó, Sam Rowley, pasó cinco noches tendido en el piso de un andén del metro para lograr esta imagen.
Según la BBC, Rowley estaba fascinado por la vida de los ratones en el metro de Londres. Este redactor nunca ha estado allí pero, la historia sí reconoce que los ratones -como diría Ruperto Marcha Atrás – están “a pululu” en la capital de Inglaterra.¡ Y se fajan por la comida!
Rowley notó un día que dos ratones se fajaron por un trozo de comida que estaba en el suelo. Sin mucho apuro pero con gran astucia logró captar la imagen que, ahora, le está dando la vuelta al mundo a través de las redes sociales, y que le permitió alzarse con el premio Fotógrafo de Vida Silvestre del Año por Voto Popular. Esta competencia -no la pelea entre dos ratones, el concurso de fotografía- es organizada cada año por el Museo de Historia Natural de Londres.
Unas 28.000 personas seleccionaron como su preferida la foto de Sam Rowley, la cual tituló “Station Squabble” (Pelea en la estación) dentro de la categoría “las mejores del resto”. Y es que esta pelea entre dos ratones bien que merece el premio.
“Usualmente tomo una serie de fotos y tuve suerte con esta toma pero, por otro lado, había pasado cinco días tendido en el andén, así que probablemente iba a suceder en algún momento”, explicó Sam, quien trabaja para el equipo de documentales de historia natural de la BBC.
“Estos ratones del metro, por ejemplo, nacen y pasan el resto de sus vidas sin jamás ver el sol o sentir el césped. A cierto nivel, es una situación desesperada -el escabullirse entre los lúgubres pasajeros durante unos meses, tal vez uno o dos años, antes de morir. Y como hay tantos ratones y tan pocos recursos, tienen que pelear por algo tan irrelevante como una migaja”.
Michael Dixon, director del Museo de Historia Natural de Londres, comentó sobre la foto: “La imagen de Sam ofrece un vistazo fascinante de cómo funciona la vida silvestre en un ambiente dominado por humanos. El comportamiento de los ratones está forjado por nuestra rutina diaria, el transporte que utilizamos y la comida que desechamos. Esta imagen no recuerda que, aunque los pasemos de largo todos los días, los humanos estamos inherentemente entrelazados con la naturaleza que tenemos a nuestros pies. Espero que inspire a la gente a pensar y valorar más esta relación”.
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