Desde medios oficialistas se dice que han sido detenidos dos miembros de Clandestinos. Pero los del grupo lo niegan: “No sabemos quiénes son esas personas del Granma. No somos nosotros”
Al parecer, ya están bajo instrucción policial dos de los miembros del grupo cubano Clandestinos. En la pasada edición del Noticiero Nacional de Televisión se leyó un comunicado especial dando a conocer la noticia y los nombres de los detenidos.
De acuerdo con la nota oficial, Panter Rodríguez Baró, de 44 años, a quien constan múltiples antecedentes penales, y Yoel Prieto Tamayo, de 29, pertenecen a Clandestinos, red que se encargó de vandalizar con sangre de cerdo varios bustos de José Martí en la capital, y posteriormente lo reivindicaron en redes sociales.
La noticia llegó en un día de gran actividad para el grupo. Al amanecer del miércoles 8 de enero, frases como “Díaz-Canel, hay hambre”; “No + Castros”; “Leche en polvo para los niños” y “Tu pueblo tiene hambre” se encontraban en varios puntos de la cuidad, lo cual el grupo reconoció como su obra.
Ya desde el pasado martes, periodistas pertenecientes a medios oficialistas se referían, mediante Twitter, a la supuesta captura de los implicados. Leticia Martínez Hernández, de Granma, celebraba la “buena nueva”.
Para fortuna nuestra, para nuestra tranquilidad, los imbéciles de Clandestinos están presos y confesos. Ya reconocieron sus ultrajes al Apóstol y cuentan que están hablando hasta por los codos. Pobres, han durado lo que un merengue a la puerta de un colegio. #ConMartiNoTeMetas pic.twitter.com/RmyHmu3cd5
— Leticia Martínez Hernández 🇨🇺 (@leticiadeCuba) January 7, 2020
En su cuenta en la red social refirió: “Para fortuna nuestra, para nuestra tranquilidad, los imbéciles de Clandestinos ya están presos y confesos. Ya reconocieron sus ultrajes al Apóstol y cuentan que están hablando hasta por los codos. Pobres, han durado lo que un merengue a la puerta de un colegio”.
Por supuesto, estas declaraciones generaron un aluvión de comentarios a la comunicadora pidiéndole una fuente fiable para corroborar sus palabras, totalmente incongruentes con la frecuente actividad del grupo en Internet durante esas horas.
En la noche de ayer las palabras fueron dichas. El comunicado oficial, replicado en medios como Granma y Cubadebate, aprovechaba para culpar a los medios alternativos y a los seguidores de la derecha de Miami por “orquestar campañas de mentiras contra la realidad cubana (…) el agravio se denunció como una sucia maniobra mediática para hacer creer que en Cuba existe un clima de inseguridad y violencia”.
Pocos minutos bastaron para que Clandestinos se pronunciara negando cualquier relación entre su labor y los detenidos: “No sabemos quiénes son esas personas del Granma. No somos nosotros. #LlegóLaHora Nosotros Somos #Clandestinos #TodosSomosClandestinos #ElCambioEsYa”.
Al propio tiempo, los de Clandestinos no han parado de denunciar el sabotaje del gobierno cubano a sus redes sociales, la eliminación de una de sus cuentas en Facebook y recurrentes intentos de hackeo a su perfil en Instagram.
Clandestinos: a favor y en contra
Críticas a favor y en contra se ciernen al respecto. María José encuentra los hechos como inadmisibles pues “la figura de Martí es intocable. Nada justificaría estos actos. Me parece una total falta de respeto a los próceres de nuestra independencia”.
Aun cuando el discurso oficialista trata de ubicar el éxito de la organización en la otra orilla, y son acusados de responder a los intereses de la extrema derecha de Miami, cada vez son más los cubanos de dentro que muestran su apoyo a las ideas de Clandestinos.
Para Leonel, “el grupo está realizando una labor de concientización necesaria en la sociedad hacía ya tiempo. Tal vez utilizar la imagen de Martí de esa forma es un poco arriesgado, pero me parece un llamado de atención a la altura de las circunstancias”.
Como él, Daniel aplaude la actitud: “Si Martí levantara la cabeza y viera cómo sus ideas se utilizan para adoctrinar negativamente a un pueblo necesitado, se moriría de la vergüenza”.
Clandestinos se dio a conocer el pasado primero de enero, cuando reconocieron haber vertido sangre sobre los bustos e imágenes de José Martí en La Habana. Con el objetivo de que el fluido “levante a los patriotas”, la organización ha dejado claro que no reconoce sus actos como vandálicos, pues “eso hace el PCC hace 61 años ya”, declaran.
María Carla Prieto