El Noticiero de la Televisión Cubana arremetió contra el activista Ariel Ruiz Urquiola faltando el respeto a la ética periodística y violando las reglas del derecho de autor, al robar material ajeno.
El NTV calificó este viernes al activista cubano como mercenario, en extendido reportaje en que usaron imágenes robadas al medio independiente cubano Periodismo de Barrio, cuyos miembros denunciaron en Facebook la flagrante violación de la televisión de la isla.
Ruiz Urquiola se presentó ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU para denunciar “los crímenes” del gobierno de la isla contra él y su hermana, pero fue boicoteado e interrumpido en varias ocasiones por un representante del gobierno cubano en esas instancias.
La periodista Irma Shelton dijo en el NTV que “su mercenario objetivo” era “desacreditar la obra de la Revolución”, y que de “biólogo y usufructuario de tierras en Viñales se convirtió en mercenario al servicio del imperio”.
Para graficar sus ofensivas palabras, usó imágenes robadas de un audiovisual del medio independiente cubano Periodismo de Barrio, hecho que incluso pretendió ocultar al tapar las señales de identificación del autor.
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“Periodismo de Barrio denuncia el uso de imágenes, tomadas sin autorización, de uno de nuestros materiales por parte del Noticiero Nacional de la Televisión Cubana. Se trata de la entrevista “Ariel Ruiz Urquiola: ‘alguien está mintiendo'”, publicada el 18 de diciembre de 2018, tanto en el sitio web como en el canal de YouTube”, explican en su publicación en Facebook, acompañada con los links del trabajo original.
“La transmisión televisiva ocultó, además, la marca de agua con la identidad de Periodismo de Barrio. El empleo de estas imágenes sin autorización, otorgamiento de crédito, ni consentimiento de sus creadores viola el derecho de autor y las normas más elementales de citas de fuentes en el periodismo”, afirma el comunicado que denuncia el acto de piratería.
El NTV usó imágenes robadas para llamar mercenario y “personaje construido” a Urquiola Ruiz, quien solo pretendía manifestarse libremente ante la Comisión de Derechos Humanos de la ONU para exponer su caso y el de su hermana, Omara Ruiz Urquiola, quienes han sufrido violaciones de derechos humanos en la isla.
El activista denuncia que autoridades cubanas le inocularon una cepa del VIH y que a su hermana le suministraron sustancias con efecto placebo en lugar de inmunoterapia y medicamentos reales, para que pudiera enfrentar la enfermedad que ella padecía: carcinoma ductal infiltrante bilateral de mamas.
Como sucedió en el pasado, la respuesta cubana en ese organismo fue la de interrumpir y boicotear la intervención de Urquiola para callar su voz, en un intento de dificultarle el uso de la palabra en el corto tiempo que le fue concedido.
Además de Cuba, se pusieron en función de repetir esta poco educada conducta representantes de Venezuela, China y Corea del Norte, países afines al gobierno de la Isla, en lo parece un esfuerzo coordinado de antemano.
Pese al boicot, su hermana Omara Ruiz Urquiola dijo Ariel que se sintió muy respaldado, dentro y fuera del recinto donde sesionaba la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, afirma en declaraciones a Cubacomenta.
“A pesar de las seis interrupciones, Ariel solo dejó de decir la última oración. Su voz resonó en la sala; el resto de las representaciones lo respetaron. Él percibió el apoyo tácito; solamente estos personajes, a los que Irán increíblemente no se sumó, tuvieron esa actitud. Él se mantuvo todo el tiempo en sus trece, jamás y nunca se descompuso; y pudo hacer su alocución. Seis interrupciones, si no es un récord es un excelente average para la diplomacia dictatorial”, explicaba Omara Ruiz Urquiola a nuestro medio.
El comportamiento inadecuado y grosero de Jairo Rodríguez, el funcionario cubano encargado de hacer callar a Urquiola Ruiz, fue felicitado por una funcionaria del Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX), en su cuenta de Facebook.
Greisy Cordero Suárez alabó la actitud maleducada y poco ética de Rodríguez diciendo que “la diplomacia revolucionaria cubana sigue en buenas manos”, aunque la publicación fue eliminada de su muro ante las críticas, refiere CiberCuba.
Desde el primer día en que Ariel Ruiz Urquiola se plantó en huelga de hambre en la plaza al lado de la sede de la oficina de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (52 Rue des paquis 1201), no faltaron las personas que se le acercaron a mostrar su apoyo.
Después del grosero boicot, siguieron muchas reacciones de apoyo a su persona, como la del cubano Pavel Herrera, que reside en París, quien le escribió: “La frente en alto de Ariel Ruiz Urquiola. La cabeza baja del representante de la dictadura…comportamientos normales entre quien dice la verdad y quien no”.
Mientras el cineasta Juan Carlos Cremata, por su parte, posteó en su perfil de Facebook: “La diplomacia del poder solo admite el uso de la fuerza, el silencio, la ceguera y la sordera”.
En este caso, además de las faltas de respeto de sus funcionarios en un organismo internacional, Cuba viola también la ética periodística al emplear las imágenes robadas de los mismos medios independientes que los oficialistas dicen repudiar.
Omar Cortázar
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