“Las imágenes dan rostro y forma a los coleros: mujeres negras, de edad media, pobres, con mala y baja educación. Otra vez las personas negras al frente del delito“
El director del diario Juventud Rebelde, Yoelkis Sánchez, dice ser revolucionario y es afrodescendiente. Sin embargo, al parecer, no anda él muy claro en materia de “racismo” cuando ha permitido que una caricatura -¡otra vez una caricatura!- ofrezca lo que es, a juicio del caricaturista, la imagen “típica” de las coleras -puede pensarse también, revendedoras- en Cuba. ¿Cómo la han dibujado? Pues así de esta manera: Negra, con licra, bajichupa y en chancletas. Es decir: una persona de bajos recursos, marginal si se quiere.
¿Por qué asociar a los afrodescendientes con esta marginalidad? ¿Con el delito? ¿Por qué “sacarlo así” a vista de todos? ¿Por qué persisten estas viñetas racistas en la prensa de Cuba? ¿Por qué tiene que ser otra vez el mismo caricaturista, una y otra vez, que insiste en lo mismo?
De ello da cuenta hoy el internauta Ulises Padrón Suárez cuando expresa: “ Las imágenes dan rostro y forma a los coleros: mujeres negras, de edad media, pobres, con mala y baja educación. No es esto esencializar un fenómeno más complejo que tiene sus raíces en un lugar fuera de la cola. Otra vez las personas negras al frente del delito.”
https://www.facebook.com/ulises.padronsuarez/posts/3118051858279864
Es curioso, además, que la viñeta salga justo unas horas después que la Presidenta de la UPEC de Matanzas, Yirmara Torres Hernández, se lanzara en su perfil de Facebook a disertar sobre “racismo” y “actitudes racistas” luego de recibir el llanto de la periodista del Juventud Rebelde, Margarita Barrios Sánchez, sobre un hecho sufrido en el pasado, y que tuviera que terminar quitando la publicación.
Sin dudas, la prensa en Cuba tiene miles de problemas a los cuales, desde hace rato, hay que agregarle uno recurrente: sus dibujantes racistas u homófobos. O al menos, sin capacitación alguna en materia de género o antirracismo.
Se suceden, aparecen en un medio o en otro, “el negro delincuente”, el “negro bembón”, “el negro marginal”, para identificar “lo marginal”, “lo delictivo”, “lo feo”.
Mucho camino falta por recorrer, y a Raúl Castro -por mencionar un nombre- le saldrán escaras en las posaderas si cree que con denominar “una comisión” que debata a puertas cerradas y “legisle” sobre esta materia, va a resolver el problema.
Mejor, hacemos como Enrique Colina, llamamos a un debate público sobre el tema, o de lo contrario volverá LAZ con sus viñetas racistas, o Margarita Barrios Sánchez a quejarse por “racismo”, porque según ella, “una negras” no la dejaron entrar a una rueda de casino y le dijeron: “Blanquita, echa pa allá, que esto no es lo tuyo“.
por Roberto A.
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