Los coleros son considerados una “lacra” en Cuba. Sin embargo, es una actividad rentable, en la que incurren no pocos jubilados, necesitados de un dinero extra.
Más de mil ciudadanos residentes de La Habana fueron detenidos y enviados a Unidades de la Policía, señalados de ser “coleros”, dijo en una reunión celebrada en la capital Luis Antonio Torres Iríbar, presidente del Consejo de Defensa Provincial (CDP).
Torres Iríbar preciso que estas personas que hacen cola para comprar y luego revender productos a un precio mayor, es un mal que se ha instaurado y se extiende por varias tiendas de la ciudad, lo que causa malestar entre los ciudadanos; aunque tal vez lo más correcto hubiese sido decir que se trata de un modus operandi que aplican no pocos ciudadanos en todo el país, que han encontrado un filón dorado en esto de vender turnos en las colas, o en comprar y revender luego a mayor precio los artículos que compran.
El medio oficialista Tribuna de La Habana detalló que muchas de estas detenciones se produjeron en la última semana, en plena reapertura de la ciudad.
Los que fueron sorprendidos por primera vez, fueron “liberados”, tal vez con una advertencia o multa. Sin embargo, los reincidentes no corrieron con igual suerte.
Alrededor de 30 de ellos, fueron llevados a juicio o tienen causa penal abierta, por su “reincidencia probada” en esta actividad que se considera ilegal.
Es ilegal, pero para algunos necesaria.
Para un jubilado cubano que gana 20 dólares al mes, y con tiempo de sobra para situarse en las afueras de una tienda y marcar en la cola durante varias horas, o dormir en un parque frente a una tienda y asegurar un buen puesto para revenderlo, o revender lo que adquiera una vez dentro, es toda una fuente de ingresos.
¿Qué puede hacer un jubilado cubano, por ejemplo, con 20 dólares al mes? Bien poco. Sin embargo, un turno en una cola, se puede vender, de acuerdo con “lo que vayan a sacar” y con el poder adquisitivo del necesitado, en 5 0 10 CUC.
Es por ello que no pocas personas que ganan un dólar diario, digamos, prefieren dejar de trabajar y hacer una cola y vender el turno por 5 CUC. Es más que rentable hacerlo.
Por supuesto, algunos son “coleros” ocasionales. Otros son verdaderos “profesionales”; personas que aprovechan la crítica escasez de alimentos, medicinas o productos de aseo, y obtienen el producto haciendo enormes colas para luego revenderlo a un precio mayor.
por Roberto A.
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