En redes sociales se ha librado la campaña por la liberación de Luis Manuel Otero. Sin embargo, muchos cubanos de a pie aseguran que les falta información
A las 9 de la mañana de este miércoles debía comenzar el juicio contra el artista independiente cubano Luis Manuel Otero Alcántara. Fue suspendido a última hora. Desde el primero de marzo está bajo arresto, luego de intentar participar en un evento convocado por la comunidad LGBTI.
A diferencia del caso del líder opositor José Daniel Ferrer, de Luis Manuel Otero no se ha dicho nada en la prensa oficialista. Está sencillamente detenido, a la espera de sentencia. Contra él no se puede armar un caso sólido, o mostrar imágenes de dudosa procedencia.
El proceso iniciado contra el artista no debería exceder los diez días, según explica el licenciado en Derecho Wilfredo Carmenate Aportela: “en un proceso abreviado, desde que se prepara hasta que se establece fecha para la vista el tiempo es muy poco. La repentina suspensión habla de la poca solidez del proceso, y resulta sospechosa para los activistas”.
El Movimiento San Isidro en su perfil de Facebook ha llamado a permanecer alertas: “Lo anterior representa una distracción por la movilización convocada para asistir al juicio. Tememos también que pueda ser una estrategia de desinformación para realizar dicho juicio a espaldas del público. Estén atentos y activos, pues el juicio pudiera suceder en cualquier momento, incluso comunicada su realización con solo horas de antelación”.
En medio de la lucha que se libra en redes sociales y a favor de la cual se han pronunciado destacadas figuras de la cultura cubana, como Silvio Rodríguez y Haydée Milanés, muchos cubanos de a pie aún desconocen que Luis Manuel Otero está en prisión.
Raúl, por ejemplo, supo vagamente del tema por un comentario de Twitter. Cuando le preguntó a su madre, “que siempre ve el noticiero, ni siquiera lo había escuchado; ahí tuve la medida de que los medios oficiales no lo han dicho”, señala.
Como él, muchos otros muestran su descontento, aun cuando reconocen “escasez de información”. Mariana, por ejemplo, es una joven estudiante de chelo, quien se cuestiona, como artista, el porqué de semejante injusticia: “Todavía hay cosas que yo no entiendo, no sé hasta qué punto se hizo conocer. Pienso que es verdad que está jodido, pero ha habido casos peores. Sinceramente, me falta información”.
Abel, que es pintor, explica: “Tengo entendido que es un artista que hace crítica social. A mí me parece mal porque supuestamente aquí hay libertad de expresión y quieren mantener a Cuba como el paraíso. Los artistas tenemos el interés o el deber personal de hacer nuestras piezas a partir de inquietudes que uno tiene. Pienso que falta conocimiento de causa del mundo y, sobre todo, entre los mismos cubanos. No necesito conocer mucho al respecto, sencillamente algo hizo él que molestó a los de arriba”.
Tristemente, una buena parte de la población no está interesada en los detalles. Para Alejandro Mena, Otero “tiene todo el derecho de expresarse y decir lo que quiera, eso no debiera ser delito. Pero si ese derecho lo conviertes en un show, si provocas a las redes para convertirte en un símbolo y, por demás, juegas con los atributos sin que medie arte en ello, entonces ya pierdes la esencia original. Para mí es un provocador, pero también está mal que esté preso por eso: demasiada atención le están dando en las redes”.
El matancero Jancel Moreno define la situación como “causa construida para sacarlo de la vía política, de su arte, porque molesta. Se trata de un muchacho joven, carismático, que rompe los esquemas a los que estamos acostumbrados en el arte; un ejemplo es su uso de la bandera, vista generalmente como algo sagrado y él muestra que es de todos”, asegura.
Los cargos enfrentados por Luis Manuel son: Ultraje a los símbolos patrios y el otro corresponde a daños a la propiedad. Moreno se pregunta entonces ¿cuál es el objeto del daño?
“No especifican si es a la propiedad del Estado, a la privada, ni entendemos cómo Luis Manuel Otero pudo dañar la propiedad; en cuanto al ultraje, debería aplicarse también a Haila, al Ministro de turismo y a tanta gente que usan los símbolos patrios con fines comerciales”, añade el joven.
En Facebook, otro cubano también se pregunta por qué se mide a Otero Alcántara con un rasero diferente al artistas que se les alaba envolverse en la bandera cubana. “Laura Pausini cubre su cuerpo con la bandera cubana y eso es simpatía y solidaridad con Cuba, no desacato y ultraje a los símbolos patrios”.
A debate se ha llevado la capacidad artística del Luis Manuel, e incluso la calidad de su obra. Este tampoco resulta un argumento válido para justificar el encarcelamiento.
La joven periodista Eliany Justiniani confiesa no preferir la obra de Alcántara. “Te lo diré de esta forma: No sigo a Luis Manuel y de hecho no me gusta el trabajo que hace, pero no soy crítica de arte y el juicio no se trata de eso. En mi casa han robado más de tres veces, una de ellas con toda la familia durmiendo dentro. Lo han repetido en otras casas de barrio y no ha pasado nada. Ni huellas, ni sospechosos, ni respuestas, ni siquiera preocupación por parte de la policía”, destaca la joven.
“Camino entre calles desastrosas, edificios en derrumbe, mercados vacíos. Me obligan a ir al mercado negro para encontrar las cosas que necesito y escasean en este país, y de repente dicen que Alcántara es un criminal y que está dañando la propiedad por pintar cuatro muñecos y hacer lo que quiera que haga. El arte debe ser libre, la expresión debe ser libre y las cárceles deberían estar más llenas de gente con camisa a cuadros, que son los que más dañan este país”, finaliza.
María Carla Prieto
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