El tornado del 27 de enero del 2019 en La Habana dejó desolación, pero también recuerdos de mucha solidaridad
Los residentes en los municipios habaneros de Diez de Octubre, Regla, San Miguel del Padrón, Guanabacoa y parte de la Habana del Este todavía recuerdan el tornado del domingo 27 enero del 2019. Ocasionaba la muerte de seis cubanos, más de 190 heridos, unos 5 mil damnificados y cuantiosos daños materiales.
La agencia italiana ANSA recoge hoy el testimonio de Karina Hernández, residente en Santos Súarez, uno de los barrios más afectados en enero del 2019: “Todo fue muy inesperado. No quiero ni acordarme. Estábamos en casa, tan tranquilos como se puede estar un domingo por la tarde, y sin previo aviso la tromba empezó a echar abajo las cosas. Era un sonido de un motor de avión“.
En su charla con ANSA, Karina reconoció que en su familia no tuvieron que lamentar pérdidas humanas. Y agregaba: “La casa sufrió daños. Tuve que sustituir los tanques de agua por otros que el estado vendió a los damnificados. Mi esposo y yo tuvimos que correr para reparar las ventanas y algunas partes del techo. Terminamos casi toda la restauración este diciembre” .
No todos los damnificados por el tornado han podido ya reparar los daños en sus viviendas, según posts que han aparecido en redes sociales. Raúl, también residente en Santos Suárez, contaba hace cuatro meses a Cubacomenta que jamás recibió ayuda del gobierno ni donación alguna. Como pudo, levantó el muro y los cristales de su casa.
Sin embargo, hoy la prensa oficialista no perdió la oportunidad de hablar de recuperación milagrosa tras el tornado del 27 de enero de 2019. Dice el diario Granma: “La misma trayectoria que siguiera el tornado la realizaron las brigadas de las comunicaciones, los contingentes de la construcción, los linieros, los servicios comunales y el pueblo. Todo para, en el menor tiempo posible, restaurar gran parte de las pérdidas materiales.” Más de una historia desmiente el discurso del periódico oficialista.
Lo que sí es innegable y muchos recuerdan y recordarán siempre es la solidaridad que se desató tras el tornado. Muchos cubanos se organizaron desde dentro de la isla, sin que nadie los convocara, para tramitar cada una de las ayudas que llegasen y fueran a parar a las manos de los más necesitados. Otros que allí nacieron y hoy viven fuera de la isla idearon maneras de hacer llegar su aporte. De alguna forma el dolor de los afectados se mitigó por la solidaridad.
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