En La Habana ha quedado el transporte paralizado a partir de este lunes. A pesar de la covid-19, el gobierno continúa “su lucha” contra coleros y revendedores.
Las autoridades cubanas llamaron a ser consecuentes y disciplinados con la nueva fase de La Habana, luego de anunciar con tristeza el retroceso a la de transmisión autóctona limitada en la capital ante el aumento de casos positivos a la COVID-19, de focos y eventos en los últimos días. A pesar de todo eso, en Cuba no se ha registrado ningún fallecimiento durante los últimos cinco días y la tasa de letalidad llegó a 2,98, inferior a la de las Américas, con 3,68, que sitúa a la nación en la posición número 21 y la 113 en el mundo.
Teniendo en cuenta el peligro que representa la enfermedad y su alta transmisibilidad, se procedió al cierre total de playas, bares, piscinas, parques recreativos y las áreas de concentración de trabajadores por cuenta propia. En el caso de restaurantes y cafeterías solo ofertarán comida para llevar.
Este domingo, comenzó la desinfección de las calles ubicadas en los eventos y focos de trasmisión.
Al respecto, Carlos Alberto Martínez Blanco, director Provincial de Salud Pública en la capital cubana, afirmó que La Habana se encuentra en una situación compleja, y detalló desde el viernes pasado como la capital tenía condiciones para pasar a la segunda etapa de la desescalada pero, a partir del 24 de julio, se produjo un incremento de los casos con evidencias de transmisión local controlada.
El funcionario explicó en la televisión nacional que existe una baja percepción del riesgo en la población, e incluso entre los propios profesionales de la Salud.
Ha sido ese exceso de confianza, así como también la actitud irresponsable de personas e instituciones, lo que ha obligado a la dirección de la capital a “paralizar” La Habana.
La medida más perjudicial es la interrupción del transporte público, que se mantuvo este fin de semana hasta las 8:00 pm, pero que a partir de hoy quedó suspendido; se mantiene solo para la transportación de trabajadores.
José Conesa González, coordinador del Transporte en La Habana, dijo que se continuará, sin embargo, el apoyo a la producción y los hospitales. Se mantienen, por su importancia, los servicios de pacientes desde municipios con consultas o tratamientos especializados.
La disposición incluye las lanchas de Regla y los servicios de ciclo-bus, taxis ruteros, las cooperativas, el corredor expreso de Alamar y el apoyo de Transmetro a las rutas principales. Cesó además, de oficio, las licencias de transportación, al igual que los despachos de cargas a personas fuera de La Habana.
Quedó paralizado asimismo el transporte interprovincial y, por consiguiente, cerrada la lista de espera. Todos los viajes hacia otras provincias deben ser previamente autorizados por el Consejo de Defensa Provincial, con vistas a mantener el control de la enfermedad en el país.
Los habaneros aseguró el NTV ayer “están de acuerdo” con estas medidas.
Sigue la lucha contra los coleros
En medio de esta paralización, lo que no se paraliza es la llamada “lucha contra los coleros”, que incluye además “batallas” contra revendedores y acaparadores.
Lo curioso de esta “batalla” es que coincide con el aniversario 50 de la creación del animado más famoso cubano: Elpidio Valdés, y como si la vida en Cuba fuera un eterno animado -de largometraje, claro- blogueros y periodistas oficialistas, y aquellos que respaldan todas las medidas que vengan de arriba a ciegas, expresan en las redes que “hay mucho machete que dar todavía”.
por Roberto A.
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