Un preocupante diagnóstico de las autoridades de salud de Florida avisa sobre una nueva amenaza para la salud, además del coronavirus que azota el país.
El Departamento de Salud del estado del sol confirmó recientemente un caso de Naegleria fowleri, la peligrosa ameba “come cerebros” que infecta el cerebro humano y lo puede destruir, informa un reporte de CBSMiami.
Aunque no se conocen muchos detalles, se supo que el caso en cuestión de la ameba microscópica unicelular se encontró en el condado de Hillsborough, perteneciente a Tampa.
Lo preocupante no son los números, sino el hecho de que la Naegleria fowleri es extremadamente mortal, pues produce una agresiva infección cerebral conocida como meningoencefalitis amebiana primaria.
Estadísticamente, su presencia es escasa en Florida en donde se reportan 37 casos desde el año 1962, y también en el resto de Estados Unidos, pues solo se conocen poco más de 140 casos infectados en todo el país.
“Los efectos adversos para la salud en los humanos se pueden prevenir evitando el contacto nasal con las aguas, ya que la ameba ingresa a través de las fosas nasales”, recomienda el comunicado del Departamento de Salud.
La peligrosa ameba “come cerebros” suele hallarse en el agua dulce de lagos, ríos y estanques, por lo cual dicho departamento advierte a quienes nadan en esos lugares por su posible presencia “particularmente cuando el agua está tibia”, añade la información, junto a la recomendación de evitar fuentes de agua dulce tibia que se encuentran alrededor de las centrales eléctricas y las poco profundas cuando hay altas temperatura.
No obstante, no existe riesgo de infección en una piscina correctamente limpia y desinfectada, explica el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, que confirma que la posibilidad de infección es baja.
Para los científicos, sigue siendo un misterio el porqué la ameba “come cerebros” afecta a unas personas y a otras no, pese a nadar también en las aguas calientes en que esta vive. Precisamente, esta baja incidencia ha influido en que no exista una cura ni se conozca exactamente qué provoca ese comportamiento.
En 2019 se reportó un caso fatídico de una niña de Texas que falleció después de pasar una semana entrera luchando contra la ameba “come cerebros”, y la información de CNN indicaba que apenas cuatro personas habían sobrevivido de los 145 casos conocidos en Estados Unidos entre 1962 y 2018.
Julio Linares