Silvio Rodríguez reconoció que días antes, al enterarse algunos de los compañeros de los intereses de Mike Porcel por abandonar el país, se presentaron en su casa Vicente Feliú y Alberto Falla, junto a él, para asegurarle que “si era cierto que deseaba irse”, podía contar con ellos.
Sin embargo, al otro día, participó en un acto de repudio que se le hizo a Porcel en su casa.
El trovador cubano y símbolo dentro del movimiento de la Nueva Trova y de la música en Cuba, Silvio Rodríguez, reconoció haber sido uno de los tantos que participó en las muestras de repudio que cientos de personas, fundamentalmente artistas, protagonizaron frente a la casa del músico cubano Mike Porcel.
Porcel, una de los mayores “influencers” dentro de la música cubana de los años 70 y 80´, un músico si se quiere ” de culto” al cual el gobierno cubano se empeño en ocultar y si se quiere “lapidar” musicalmente por sus posiciones políticas, parece haber resurgido dentro de la historia musical de la isla, de no ser porque la mayoría de los seguidores de la música cubana, historiadores moderados o expertos, siempre han reconocido la influencia de un hombre que, en el pasado, vivió en carne propia el precio de ser “traidor” a los ideales revolucionarios.
Ello ha sido posible gracias al debate que se ha generado sobre el documental “Sueños al pairo“, que aborda la vida de Porcel y que utilizó imágenes de archivo facilitadas por el ICAIC, el mismo organismo que ahora, todavía no se sabe por qué o por orden de quien, ha vetado su exhibición. “Sueños al pairo” es una muestra fehaciente del momento “histórico” que se vivió por aquellos días dentro de la cúspide de la intolerancia política extremista que tuvo lugar en los años 80´, con el llamado éxodo del Mariel; momentos en que no pocos revolucionarios “involucionaron” y pasaron del repudio político – este del cual ahora se ha confesado partícipe el trovador Silvio Rodríguez – a la violencia física.
Pero, ¿qué ha dicho “el poeta” – Rodríguez – sobre su participación en la lapidación social de Porcel?
Tal vez creyendo que será “exonerado” o quizás sabedor de que las redes sociales le enjuiciarán como si hubiese sido el único o el más activo, cuando hay no pocos de ellos que participaron igualmente en tan lamentables actos y hoy se pasean por el exilio – incluso en Miami – como los más acérrimos polítologos anticastristas, Silvio Rodríguez asumió valientemente su presencia en los actos contra Mike Porcel. ¿Teme acaso verse en estas imágenes de archivo el autor de “Unicornio Azul“?
El autor también de “Ángel para un final” y otras muchas canciones que forman parte del parnaso musical cubano dijo que esa noche, trató de perderse para no estar presente, pero fue encontrado y seguramente “llevado” no a punta de pistola, pero obligado al “teatro montado” frente a casa de Mike Porcel.
Los hechos que ahora recuerda el trovador cubano Silvio Rodríguez ocurrieron hace 40 años, pero su participación en el acto de repudio que le hicieron al trovador Mike Porcel, parece tenerla fresca en la memoria.
“Siempre dije que no estaba de acuerdo en hacer repudio alguno. Y aunque traté de perderme la noche en que acordaron hacerlo, dieron conmigo” comentó el músico en su blog Segunda cita.
Silvio parece haber actuado entonces en contra de sus principios; para evitarse “un problema”; para “estar a tono con el momento histórico”, una actitud que durante más de 60 años han tomado cientos de miles de cubanos que, en contra de sus principios y creencias han levantado la mano, o la han dejado abajo, en señal de aprobación tácita con el poder.
La participación de Silvio en los hechos parece ser que tenía una connotación especial más allá de una carta que supuestamente escribió el Movimiento de la Nueva Trova y que ahora él asegura “no es veraz”. En la carta se le llama “traidor” a Mike Porcel, pero Silvio Rodríguez parece esgrimir la teoría de que el texto es apócrifo y él no recuerda haber estado involucrado en su redacción”.
La afirmación de que Silvio Rodríguez era “pieza indiscutible” en los sucesos de “aquella noche”, se desprende de la propia declaración del trovador, quien reconoce que al llegar a casa de Mike Porcel lo esperaban un grupito de compañeros y una señora del CDR” quienes solemnemente le informaron que esperaban por él para comenzar “la actividad.”
Silvio, ahora, dice que llegó hasta el portal de la vivienda, contó, y en lugar de gritar “susurró una palabra“, lo cual dio pie a que los demás lo imitaran. ¿Habrán todos susurrado?
Por si fuera poca su confesión, Silvio Rodríguez reconoció que días antes, al enterarse algunos de los compañeros de los intereses de Mike Porcel por abandonar el país, se presentaron en su casa Vicente Feliú y Alberto Falla, junto a él, para asegurarle que “si era cierto que deseaba irse”, podía contar con ellos.
Silvio Rodríguez asume que ellos se enteraron que Mike Porcel, estaba vendiendo sus pertenencias para irse posteriormente por el Mariel, pero no explicó si le compraron al menos un abridor de botellas de vino.
“Le dijimos que (…) nosotros no cuestionábamos ese derecho a nadie“, pero al día siguiente se lo cuestionaron – al parecer – con un susurro frente a la puerta de la casa.
pd: en cursivas, las palabras del propio Silvio Rodríguez.
tal vez quieras leer: Eduardo del Llano: entre Silvio Rodríguez a favor y otros críticos en contra
