Es simplemente doloroso que un Doctor en Ciencias y Premio Nacional de Historia de cualquier país, ande recogiendo excrementos para fertilizar plantas que cosecha para alimentarse.
Un huerto doméstico que el Doctor en Ciencias Hebert Pérez Concepción se abrió en el patio de su casa durante el Período Especial ha vuelto a ver florecer plantas, ante la escasez de comida que azota a la oriental provincia de Santiago de Cuba.
El periódico local Sierra Maestra, en su versión web, habla sobre el asunto aunque claro desde el matiz oficialista.
La verdadera noticia es que Pérez Concepción, Premio Nacional de Historia en el año 2017 y Doctor en Ciencias, no cultiva estos alimentos por hobby, sino por pura necesidad.
Este hombre, que lo único que ha hecho al país es aportarle y darle, está pasando más necesidad que Higinio Vélez, Ariel Sainz, y cualquiera de los comisionados de Deporte en Cuba; gente que vive a toda leche sin haber aportado nada a la sociedad. Por tan solo mencionar dos ejemplos conocidos de “cuadros” cubanos que viven MUY BIEN, muy por encima de lo que le aportan al país.
De esto no habla el diario Sierra Maestra, ni hace énfasis en el inequívoco hecho de que Pérez Concepción, un prestigioso académico, tuvo que cultivar su propio patio para producir alimentos en los difíciles años 90´-algo que no hizo Higinio Vélez- y lo ha tenido que volver hacer ahora.
El rotativo oficialista, fiel a dibujar la bola blanca y negra de muchos colores, habló de otras cosas y enmascaró el verdadero problema.
Pérez Concepción, humilde como sin dudas lo son la mayoría de nuestros científicos que devengan muchísimos menos dólares que los funcionarios y cuadros cubanos, señala que cuando empezó en los 90´a cultivar este huerto en su casa, lo hizo sin dudas para aliviar las penurias que se padecían en esa época.
“(…) de lo que cosechábamos comíamos nosotros, nuestros hijos, y nos alcanzaba para ayudar un poco a los amigos y vecinos. Cuando me di cuenta de que venía otra situación de contingencia, recuperé el huerto, que había dejado un poco abandonado”, dijo este estudioso de la obra martiana y también traductor de textos históricos, cuya labor es muy apreciada dentro y fuera de Cuba.
En su casa, Pérez Concepción tiene sembrados berenjenas españolas -variedad de fruto más delgado-, rúcula, varias plantas de plátano burro, macho y platanito, también del tipo enano y Johnson; posee cultivos de espinaca, boniato, yuca, ají, quimbombó, habichuela, mango y ñame, y esa variedad de cultivos los atiende él mismo en persona.
Su recuento, de lo que tuvo que hacer en los 90´para poder mantener ese huerto incluye la recogida de mierda de caballo en sacos, y hasta alguna que otra vaquería fue para cargar estiércol con el cual fertilizar sus plantas.
El historiador lo contó con la mayor naturalidad del mundo, pero no deja de ser doloroso que un Doctor en Ciencias y Premio Nacional de Historia de un país, ande por ahí, recogiendo excrementos para fertilizar plantas que siembra por necesidad en el patio de su casa. Porque si no las siembre y fertiliza, simplemente no come como sin dudas merecería comer.
por Roberto A.
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