Que en plena pandemia se pierdan por culpa del mal manejo burocrático en Cuba los alimentos, es igual de sancionable que si se lo robaran.
Apenas unos días después de que el gobernante cubano Miguel Mario Díaz-Canel hablara de jugos, limones y limonadas, y recordara como en algunos lugares uno iba y enseguida se tomaba un vaso de jugo, exactamente en la localidad de Jagüey Grande, donde existiera a la orilla de la carretera un punto de expendio de jugo de naranja, a granel, 24 horas, un campesino cubano ha denunciado la pérdida de un camión de piñas, y lanza una frase bien dolorosa: “Prefirieron que se pudrieran antes de vendérselas al pueblo”.
Por supuesto, la culpa de que este campesino haga su denuncia y de la pérdida de las piñas, corresponde a los funcionarios burócratas; al sistema económico nefasto que provoca que sucedan estas cosas.
“150 quintales de piña se echaron a perder por culpa del mal trabajo y la corrupción de muchos dirigentes. Prefirieron que se pudriera antes de vendérsela al pueblo con la necesidad que tenemos hoy en día y la situación en que estamos y ellos solo preocupándose por sus propios intereses”, dijo Elier Calvo en el grupo Noticias de Cuba y el mundo 2.0 de Facebook.
¿Quién responde por esta piña perdida? ¿Sancionarán con $3000 pesos a Elier por haber hecho “la denuncia” en Facebook?
Las dos imágenes y el video, hablan por lo claro del problema; un problema que no es siquiera puntual, es reiterado. Reiterado en un país donde los alimentos no alcanzan en la mesa.
Calvo afirmó que esa situación no se va a quedar así, pues piensa enviarle una carta al gobernante designado de Cuba, Miguel Díaz-Canel, con fotos y videos de la pérdida de su producto. Es una lástima que Díaz-Canel solo pueda – si acaso – solucionar ese problema puntual, y no pueda solucionar el problema del mecanismo que es el que provoca ese y otros problemas similares aparecidos, que no tienen nada que ver con el llamado “bloqueo”.
“Por su culpa perdí 15 000 pesos y después exigen que los campesinos acopien los productos sin contar el tiempo que se demoran en pagar”, señaló el campesino en su denuncia.
“Díganme ustedes al ver lo que les importa este país, este pueblo, a esos dirigentes de la provincia de Matanza como el de la agricultura, el director de la fábrica de Jagüey y otros y después se llenan la boca diciendo que hay que tener solidaridad, ser revolucionario, luchar por nuestro país”.
Al parecer el hombre denunció ante las autoridades el problema, pero le dijeron “que eso no es su culpa”.
“Ni tan siquiera avisaron para decir que la empresa no iba a recibir más ese producto y todo porque le da más resultado o mejor dinero para su bolsillo el mango”.
Un triste problema que se repite año tras año
Para que nadie tenga dudas, este fenómeno ocurre a cada rato.
Sucedió con mangos y tomates en Guantánamo. Sucedió un año y sucedió al otro. Por falta de transporte y de cajas. Y les voy a poner ejemplos de medios oficialistas.
Incluso le echaron la culpa al huracán Mathhew, y sus lluvias, de la superproducción tomatera.
Sucedió con unas guayabas en Lajas, provincia de Cienfuegos, que se perdieron en el campo por falta de cajas.
Mangos, tomates, guayabas y ahora piña. Todo se pudre, antes de llegar a las manos del pueblo, que es el que al final paga las consecuencias.
por Roberto A.
