Se ha decidido, por ahora, trasladar todos los partidos programados de Grandes Ligas en estados donde existe un brote de coronavirus. La temporada beisbolera peligra
Solo en tres ocasiones a lo largo de su historia la Mayor League Baseball (MLB) ha tenido que cambiar el calendario de juegos de la temporada beisbolera.
Ocurrió durante las famosas huelgas de peloteros, en los años 1981 y 1995, y en 2001, cuando tras los ataques terroristas del 11 de septiembre a las Torres Gemelas y al Pentágono, no quedó más remedio que retrasarlo una semana.
Ahora, cuando apenas restan 15 días para la fecha inaugural de la temporada beisbolera, la cepa del coronavirus conocida como COVID-19 ha sido declarada oficialmente una pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hasta este 11 de marzo se habían reportado 118.000 casos de infectados en 114 países y murieron 4.291 personas.
En los Estados Unidos, según el último parte de este miércoles, ya se habían reportado 1312 casos, con 38 fallecidos. Aunque parece poco teniendo en cuenta los millones de habitantes del país, las diferentes ligas profesionales de todos los deportes han comenzado a tomar medidas al respecto, producto de la rápida propagación de este nuevo virus.
Además de la posibilidad de realizar partidos a puertas cerradas sin la participación de los aficionados, esta semana los directivos del baloncesto (NBA), fútbol (MLS) y hockey sobre hielo (NHL) anunciaron en un comunicado la prohibición de acceso a los camerinos de personal no imprescindible (incluyendo a los periodistas) como medida primaria ante esta crisis mundial.
Referente al béisbol, el comisionado de la MLB, Rob Manfred, ha asegurado más de una vez a los medios que hasta ahora se mantendrá todo como estaba previsto relacionado con la temporada regular y no se detendrá el Spring Training, aunque se sabe que al comienzo de la semana se reunió con los propietarios de todos los equipos para discutir sobre planes de contingencia y alternativas para el futuro cercano en caso que la situación siga empeorando.
El panorama no deja de ser alarmante. En Washington ya se registran 273 casos de infectados, 186 en Nueva York, 157 en California, 92 en Massachusetts, 28 en la Florida y 13 en Texas; todos estados con franquicias en las Ligas Mayores.
Un día después de las declaraciones del comisionado, la MLB reportó que estarían trasladando todos los partidos programados en estados donde existe un brote del virus a casa de los visitantes, o en su defecto a otros lugares neutrales, para tratar de no jugar sin la presencia de los aficionados.
Ya se anunció que los Marineros de Seattle y los Gigantes de San Francisco trasladarán sus partidos de home-club hacia otras latitudes, al menos hasta finales de marzo, ante una prohibición del estado donde radican de organizar eventos que atraigan grandes multitudes.
Tony Clark, Director Ejecutivo de la Asociación de Peloteros de Grandes Ligas, hizo pública una declaración con relación a los sucesos de los últimos días: “La Asociación de Peloteros está en contacto diario con MLB, y nuestro personal consulta regularmente con funcionarios federales de salud, gobiernos estatales y locales, y expertos en enfermedades infecciosas para desarrollar planes de contingencia. A medida que las circunstancias evolucionen, nuestros esfuerzos también evolucionarán.
“Los peloteros quieren competir y brindar entretenimiento a los fanáticos. El enfoque de la Asociación seguirá siendo encontrar formas de hacerlo en un entorno que proteja no solo la salud y seguridad personal de los peloteros, sino también la salud y seguridad de los fanáticos, árbitros, empleados del estadio, empleados del club y todos los miembros de la familia del béisbol”.
El virus ya ha hecho sus estragos en otros países con relación a los eventos deportivos. En Italia quedó suspendido todo evento deportivo por el momento. Desde España llegó la noticia que su Liga de fútbol, una de las más seguidas del mundo, se jugará sin público durante al menos un par de semanas y en Asia, Japón y Corea del Sur pospusieron la inauguración de sus temporadas beisboleras profesionales.
Hace unos días, la última clasificatoria de béisbol para los Juegos Olímpicos, prevista para principios de abril en China Taipéi, fue trasladada para el mes de junio en espera de los acontecimientos e incluso la magna cita de los cinco aros de Tokio 2020, se encuentra en peligro de realizarse.
Ante esta situación que se deteriora a cada minuto, parece poco probable que la voz de “play ball” se pueda dar el próximo 26 de marzo en todos los parques de las Grandes Ligas. Solo queda esperar el rumbo de los acontecimientos y las movidas que pueda hacer la oficina del comisionado en acuerdo con el Sindicato de Peloteros para la próxima temporada beisbolera.
Roque Díaz