Los responsables del polémico muro en la popular playita de 1ra y 70, en la costa del municipio habanero de Playa, justificaron la construcción que tantas molestias y preocupaciones causa a los vecinos que ven amenazado su lugar de esparcimiento en la costa.
Las autoridades del llamado Paseo Marítimo 1ra y 70 aprovechan la cuarentena que viven los cubanos para construir un “Muro a lo Trump”, como la bautizó la usuaria de Facebook Lupe Fuentes, con el cual pretenden proteger los recursos invertidos allí, que hacen necesario “elevar medidas de control y seguridad”.
La costa de 1ra y 70 es muy popular entre los habitantes de la capital cubana que buscan lugares cercanos para darse un chapuzón, por la cual se han levantado protestas ante lo que interpretan como un intento de cortar o limitar el acceso a la playa y sus espacios.
“Por sabe dios qué razón alguien ha considerado oportuno construir semejante monstruosidad, que en mi opinión solo refleja la más desagradable realidad de nuestro país, esa en la que la toma de decisiones responde a la avaricia”, se quejaba el usuario Milton Raggi días atrás, junto a imágenes que ilustran la criticada obra.
Las autoridades del Paseo Marítimo 1ra y 70, un proyecto de Desarrollo Local que gestiona el gobierno de Playa y la Empresa Recreatur, afirman en su comunicado que “para nada pretende convertirse en un área exclusiva para el turismo”.
Según destallan, las dimensiones del proyecto han crecido y la construcción serviría para proteger los recursos del estado y los trabajadores por cuenta propia, con “medidas de control y seguridad”.
Entre otras razones, afirman que la edificación del muro delimitador se debe a situaciones de menores que han salido a la vía y a borrachos y personas que “con un nivel elevado de alcohol que también han tenido situaciones en la vía por no contar con accesos establecidos y ser un área abierta”.
“En ningún momento se pretende cobrar la entrada para el baño en la playa, este es un espacio reconocido por la población como una playa de barrio y es un objetivo del proyecto preservarla y en la medida de las posibilidades, trabajar para mejorar sus accesos y condiciones”, afirman.
Pero la publicación del Paseo Marítimo 1ra y 70 provoca respuestas como las de Olivia Rodríguez, quien se cuestiona que, “desde el momento en que escriben la frase ‘controlar el acceso’ están abiertamente declarando la intención del muro. Me parece una excusa pobre que mencionen la seguridad de los niños y de los borrachos, muros más altos y en lugares más peligrosos fueron retirados”.
Mientras Belkis Borbonet Ferrer duda también de las justificaciones para el polémico muro, porque “si así van a hacer en todas las áreas que pudieran ser peligro a los niños sin control de sus padres, a los borrachos, u otras personas entretenidas, en cualquier momento levantan un
muro a lo largo de todo el malecón y el litoral habanero”.
También se mostró preocupado el humorista Ulises Toirac, quien en la red social escribe que “al margen de lo groseramente feo del muro, me permito preguntar a qué se debe la construcción de ese muro en un lugar que anualmente utilizan miles de habaneros para tomar baños de mar teniendo en cuenta que ir hasta las Playas del Este resulta muchos grados más allá de engorroso”.
Las autoridades del llamado Paseo Marítimo 1ra y 70 argumentan que “se trabaja con los criterios de la población y las encuestas que se realizan a nuestros visitantes para cada día mejorar su gestión integral”.
Sin embargo, Milton Raggi se preocupa porque “con la construcción de un hotel y negocios privados a lo largo de todo el recién bautizado “Paseo Marítimo” nosotros los cubanos de a pie vamos a tener que morder el polvo y renunciar al placer simple de disfrutar del mar y el diente de perro”.
En 2019, CiberCuba informaba que el Paseo Marítimo de la popular Playita de 70 estaba cobrando la entrada al lugar los fines de semana, cuando se realizaban actividades culturales.
Julio Linares
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