Llegan a la sección comparaciones beisboleras dos lanzadores que hicieron carrera en la época dorada del béisbol cubano. Dominantes y temerarios, ambos llegaron en su momento a ser la primera figura en el staff de sus respectivos equipos provinciales, tuvieron actuaciones destacadas con el uniforme de la selección nacional, y lograron mostrar su talento en los terrenos de las Grandes Ligas.
Sin poseer velocidades supersónicas ni ser catalogados como “ponchadores”, estas dos glorias del béisbol usaron el coraje y la inteligencia para imponerse en este deporte desde su primera aparición encima del montículo. Conocedores del arte de lanzar, supieron vencer adversidades para llegar a la cumbre, guiando a sus huestes en diferentes niveles a lograr fama y campeonatos. ¿A cuál de los dos escogerías para lanzar un partido crucial? ¿René Arocha o Rolando Arrojo?
René Arocha
Nacido hace 56 años en el ultramarino pueblo de Regla, en la Habana, este serpentinero fue puntal de los equipos capitalinos durante 11 temporadas hasta que decidió emigrar en 1990 para probar suerte en las Ligas Mayores.
Con su característico número 3 en la espalda, Arocha ostenta el récord de ser el lanzador más joven en debutar en Series Nacionales cuando lo hizo con la casaca de los Metropolitanos con apenas 15 años de edad.
En 1987 se apoderó del liderato de efectividad y un año más tarde era el líder indiscutido en juegos ganados y lechadas propinadas en la Serie Selectiva. En la temporada siguiente, también en la Selectiva, se tituló campeón con el conjunto de Ciudad Habana.
En sus años en Cuba logró 104 victorias con 72 reveses, ponchó a mil 38 adversarios en mil 412 entradas, propinó 17 lechadas, permitió solo 3.18 carreras limpias por juego de nueve entradas y sus rivales le promediaron para 239 de average ofensivo.
Con el equipo Cuba alcanzó la medalla de oro en dos Campeonatos Mundiales, dos Juegos Centroamericanos y en una Copa Intercontinental.
René Arocha abandonó el país a finales de 1990 y un año más tarde firmó un contrato profesional con los Cardenales de San Luis. A pesar de luchar varias veces con lesiones y molestias se mantuvo activo durante cuatro campañas en el máximo circuito, donde terminó con forja de 18-17 en 124 partidos, ponchó a 190 contrarios en 331 entradas de labor y permitió 4.11 carreras limpias por juego completo.
Rolando Arrojo
Desde su llegada a los campeonatos domésticos este lanzador natural de San Juan de los Lleras en la provincia de Villa Clara enseñó credenciales. Jugando con el equipo de Citricultores se llevó el premio al novato del año en 1984 después de una campaña memorable.
En poco tiempo logró ocupar un puesto importante dentro del staff de serpentineros del equipo de Villa Clara, se llegaó a convertir en su principal figura, y ayudó a su equipo a ganar tres coronas nacionales consecutivas.
En la serie 1994-1995 terminó con once victorias sin derrotas y se alzó con el liderato de promedio de limpias con un excelente 1.88.
Su actividad en Cuba se limita a 13 campañas, donde ganó 154 desafíos y perdió 98 con 129 juegos completos. Además propinó 26 lechadas, liquidó por la vía del ponche a mil 138 rivales en dos mil 27 entradas y dos tercios, exhibió un promedio de limpias de 3.50 y un average de contrarios de 268.
Después de integrar el equipo nacional en varias ocasiones, abandonó el país cuando era la principal carta de triunfo del equipo para las Olimpiadas de Atlanta 1996 y un año más tarde firmó contrato en las Grandes Ligas con el joven equipo de los Devil Rays de Tampa Bay.
Desde su debut causó sensación por aquellas tierras y se convirtió en el principal lanzador del conjunto. Fue el primer monticulista de esa franquicia en ser elegido al Juego de las Estrellas y se convirtió además en el segundo proveniente de las Series Nacionales en propinar dos lechadas consecutivas (detrás de Liván Hernández).
Después de aquella temporada su actuación no fue la misma en los años posteriores pero se mantuvo durante cinco contiendas en las que intervino en 158 partidos.
Terminó su carrera deportiva en la Gran Carpa con balance de 40-42, 512 ponchetes en 700 entradas lanzadas y un promedio de efectividad de 4.55 carreras limpias por juego.
Roque Díaz