Buenos defensores del primer cojín y matanceros de nacimiento. ¿Eres más de Julio Germán Fernández o Joan Carlos Pedroso?
Una vez más dos grandes sluggers llegan a la sección comparaciones beisboleras. Entre ambos sacaron más de 600 pelotas por encima de la barda durante su vida deportiva y remolcaron más de 2 mil carreras para el plato. ¿Julio Germán Fernández o Joan Carlos Pedroso?
Fornidos, buenos defensores del primer cojín y matanceros de nacimiento aunque uno de ellos hizo carrera en Las Tunas, estos dos toleteros hicieron historia en su época por sus poderosas muñecas, que dejaron en evidencia por sus largas y fuertes conexiones.
Sin mucha suerte para integrar y rendir con los colores de la selección nacional, marcaron hitos en los campeonatos domésticos al convertirse en verdaderas amenazas para sus rivales de turno. ¿Con cuál de los dos te quedas para que juegue la primera almohada en el juego de tu vida?
“El gigante de Cárdenas”, Julio Germán Fernández
Con casi dos metros de altura, este corpulento yumurino impresionaba tan solo con su presencia en la caja de bateo. Su fama de jonronero la defendió durante 19 temporadas al conectar 302 bambinazos. Se llevó una vez el liderato nacional al pegar 15 de ellos en la campaña de 1997.
En 1986 durante un Derby de jonrones en el marco del Juego de las Estrellas, desapareció una esférica por encima de la tercera sección de gradas del Estadio Latinoamericano, algo jamás visto en ese recinto desde su fundación.
Conectó en activo mil 820 indiscutibles, de ellos 292 dobles, en 6 mil 110 veces oficiales al bate, para un excelente promedio ofensivo de 298 y empujó mil 151 carreras. Fue el premio al máximo remolcador en la temporada de 1987 con 52.
Siempre con su número 44 en la espalda, fue puntal ofensivo del equipo Henequeneros que logró dos coronas consecutivas a inicios de los años 90 del pasado siglo.
A la defensa también lució al cometer tan solo 104 errores en 3 mil 30 lances, para un promedio de 991.
Con el equipo Cuba asistió a la Copa Intercontinental de 1991 y al II Torneo José A. Huelga en 1984, evento en el que acaparó titulares con el título de máximo jonronero.
Al momento de su retiro se había convertido en el séptimo bateador en Series Nacionales en arribar a 300 vuelacercas, y se encontraba entre los diez primeros en varios departamentos ofensivos.
“El leñador mayor”, Joan Carlos Pedroso
Con un físico impresionante y unas tremendas herramientas para jugar al béisbol, este leñador tunero llamó la atención de los técnicos desde edades tempranas e integró las filas del equipo nacional desde las categorías inferiores.
Fue el cuarto madero por excelencia del elenco de Las Tunas, dentro de una nómina plagada de grandes bateadores aunque nunca pudo conquistar la corona en los campeonatos nacionales.
Se destacó por su extraordinario poder al bate aunque también pudo alcanzar altos promedios y era etiquetado por muchos como un defensor de élite en la primera base.
Fue el noveno slugger en llegar a la marca de 300 cuadrangulares en campeonatos de casa, logrados en apenas 16 campañas. Pegó además mil 402 incogibles, entre ellos 226 dobletes y 17 triples, impulsó 991 carreras para el home-plate y todo esto con un average ofensivo de 310.
Cuando dejó el béisbol, lo hizo con algunos récords para los equipos tuneros en una serie que aún se mantienen vigentes, como el de jonrones (29) y bases por bolas (81).
Con el equipo Cuba tuvo pocas oportunidades para demostrar su calidad. Se destacan sus participaciones en la Copa Mundial de 2003, los Juegos Panamericanos de Santo Domingo 2003 en los cuales se logró la medalla de oro, y el primer Clásico Mundial de béisbol el el que el conjunto alcanzó un meritorio segundo puesto.
Roque Díaz