No hay forma de que las corporaciones cubanas responsables de las tiendas virtuales armen bien el rompecabezas, por lo cual se ven obligadas a cambiar sus mecanismos constantemente.
En una nota de este martes, autoridades de CIMEX y TRD Caribe reconocieron los numerosos problemas que sufre el comercio electrónico en Cuba y anunciaron el cierre temporal de las instalaciones y cambios en la modalidad de venta.
La razón principal, dicen los directivos, es el incremento de la demanda por parte de los cubanos que intentan comprar sus productos por esta vía pese a las constantes quejas y deficiencias, porque muchas veces encuentran allí lo que no pueden adquirir en las tiendas físicas, porque no existen o las colas no lo permiten.
“En este período han persistido un grupo de deficiencias relacionadas en lo fundamental al incremento de la demanda, la cual es muy superior a las condiciones logísticas para prestar el servicio”, manifestó Rosario Ferrer San Emeterio, vicepresidenta comercial de CIMEX, citada por Cubadebate.
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Desde el comienzo del comercio electrónico en Cuba, los tropiezos no cesan: el servicio de presentar problemas recurrentes, y los clientes de manifestar, públicamente, sus quejas constantes.
“Persisten problemas vinculados al desempeño de los sistemas informáticos, inadecuado completamiento y preparación del personal, insuficiente transporte para la distribución, déficit de áreas para conformar pedidos, fallas en los procesos de pagos y devolución, entre otros”, explica la información.
Esta repetitiva situación, unida a la escasez creciente de los productos en el país, han llevado a que los responsables de las tiendas virtuales implementen sus nuevas ideas para responder al “incremento de la demanda”, con la confección de módulos de venta.
Primero, ocurrirá el cierre gradual de las tiendas para efectuar “ajustes” y pasar de una venta a elección del cliente, a una modalidad de “venta de módulos con un valor de 10, 15, 20 y 30 CUC”, o como dirían en Cuba, “lo que toca por dirigido”.
Los famosos “combos” que se venderán también tendrán restricciones: “las tiendas pondrán a la venta diariamente la cantidad de módulos según su capacidad de procesamiento”, y cada cliente solo podrá comprar uno. Estos incluyen productos de alimentos y aseo.
Aunque se mantienen las entregas a domicilio y en tienda, la nota detalla que, pese a los ya dilatados tiempos de entrega que sufrían los cubanos -semanas de demora entre la compra y la entrega-, “se extiende el plazo de entrega de la mercancía hasta 10 días”.
La vicepresidenta comercial de CIMEX confesó que “comercialmente no es la mejor opción, pero son medidas que se toman de manera temporal en esta situación. Más adelante se retomarán ambas modalidades de venta, por combos y de manera individual”.
Cuba pretendió estimular el comercio electrónico, pero los responsables no calcularon cuánto subiría la demanda y los pedidos. En la tienda de 5ta y 42 pasaron de solo 3 mil órdenes en el primer trimestre, a unas 24 mil en mayo.
El sistema montado no pudo asumir porque “no contaban con la capacidad operacional para enfrentar esta demanda y en ningún momento se reguló el flujo de generación de pedidos ni el horario a realizarlos”, reconoció Amilkar Odelín Ante, director comercial de la Cadena de Tiendas Caribe.
Numerosos ejemplos han puesto de manifiesto los problemas de las tiendas virtuales en la Isla. Desde Las Tunas, el diario oficialista Periódico26 aseguró que “la Corporación Cimex habría aprendido de la peor manera que no bastan las buenas intenciones para el éxito de un servicio de comercio electrónico”.
Un cliente gastó en días pasados 57 CUC y solo le llegaron cuatro refrescos, de la compra en línea que hizo en la tienda de Carlos III a través de TuEnvío, y ahora espera por la mercancía restante.
“¿Quién se quedó con la mercancía que me faltó?”, se preguntaba en redes sociales el afectado.
Es la enésima vuelta de tuerca para encontrar la salida del laberinto del comercio electrónico en Cuba, que además de sus errores propios, enfrenta un enemigo quizás peor: el desabastecimiento de productos para enfrentar la demanda.
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Julio Linares