Largas horas para llegar a tu destino. Eso si puedes pagar los precios fijados por los boteros entre La Habana y Mayabeque
Los boteros siguen “apretando” con los precios, según las denuncias que se suceden en redes sociales. Una reportera de Cubacomenta acudió a la piquera de La Habana Vieja donde los carros particulares hacen trayectos a diferentes sitios de la provincia de Mayabeque.
En esta piquera, ubicada detrás de la Terminal de Trenes La Coubre, se pudo comprobar que la cantidad de carros particulares trabajando es mucho menor que tiempos atrás. Las colas son largas, las personas pueden tardarse horas para llegar a su destino, y el precio que les costará es incierto, pues los boteros se mantienen sin el combustible que les prometió el gobierno.
Uno de estos transportistas que cubre la ruta La Habana-Güines explica que “la gasolina y el petróleo escasean cada vez más y se hace más difícil conseguirlo en el mercado negro. El Estado topó los precios y nos dio la tarjeta, pero no resolvemos nada si no nos venden. Al final, el que paga las consecuencias más duras es el cubano de a pie pues hay solo dos opciones: estás dispuesto a pagar cualquier precio o no te mueves del lugar”.
Cris es estudiante de informática y pasa los fines de semana en Nueva Paz, su pueblo natal, a 72 kilómetros de la capital. Relata que en varias ocasiones ha tenido que regresar a la escuela y no ha podido viajar a Nueva Paz, porque los boteros de su municipio están sin trabajar como medida de presión. “No viene ninguno de allá para acá. La primera vez estuve desde las 9 de la mañana hasta las 4 de la tarde y solo salió un taxi directo que cobró 10 CUC por persona. Se fue lleno. Pero yo no lo pude pagar. Otro sábado, ese mismo partió a 8 CUC y la gente lo cogió porque no había otra elección”.
El pasaje para el municipio San José antes de esta grave situación energética era de 25 CUP; para Güines, 30; Nueva Paz, 50; San Nicolás de Bari y Madruga, 40. En la actualidad es variable. Baconao, buquenque del lugar aclara que él no fija precio. “Los choferes llegan y piden, yo se lo comunico a la gente y el que está dispuesto se va. Sigo cobrando lo mismo, lo que establece la ley por cada carro que despacho. Ellos, si cobran de más, y alguien los denuncia, si se meten en problemas y la multa es grande. La vida está dura y cada quien sobrevive a su manera”.
Esta difícil situación para transportarse con los boteros, provoca también que algunos choferes de carros estatales se aprovechen de las necesidades de la gente. Hace poco más de una semana un internauta denunció en Facebook que un taxi estatal −de los que normalmente recorren la cuidad de La Habana y se nombran gacelas− llegó a la “piquera” de La Habana Vieja donde los carros particulares botean a la provincia de Mayabeque y al bajar, el chofer aclaró: “esto es a dos CUC hasta San José”, a 32 kilómetros de la capital.
“Como cubano hablo”, escribió Miguel Ángel Chávez Hernández en su post. “Me asalta la duda: un taxi del estado, con combustible que no debe ser particular, un chofer cubano y un pueblo esperando un buen servicio…no debe ser bueno para muchos, solo para el bolsillo del chofer”.
Hernández agregó: “qué hacemos entonces ante quien tiene la avaricia desde temprano sin importarle que sea domingo, día de estar en familia. Por favor, si alguien conoce al chofer, dígale que es un abusador”.
Texto y fotos: Lucía Jerez