Joe Biden derrotó a Bernie Sanders en el Supermartes, pero el socialista tiene al parecer garantizado el voto joven y latino para noviembre.
La noche de anoche -la noche del Supermartes 3 de marzo de 2020- será recordada en la carrera del político demócrata Bernie Sanders como la noche en el que un candidato demócrata que hace un mes atrás marchaba en cuarto puesto le puso un stop en sus aspiraciones de introducir en Norteamérica la llamada “socialdemocracia”. El “socialista” Sanders sufrió un poderoso STOP -no confundir con derrota, por favor- a manos del exvicepresidente de EE.UU. Joe Biden, en una noche que perfiló muy posiblemente la salida definitiva de la contienda de otros dos contendientes demócratas al puesto de disputa por la presidencia de los EE.UU. el próximo mes de noviembre.
La noche del Supermartes se convirtió en una contienda entre dos -Sanders y Biden- y marcó la noche más aciaga para otros dos: Elizabeth Warren y Michael Bloomberg.
De nada le sirvieron a este último los 500 millones que se gastó en publicidad para su campaña; su derrota en Carolina del Norte, por ejemplo, fue tan dolorosa como la sufrida por Warren en su local Massachussets. En ambos lugares un Biden resurgido se ganó el voto de los indecisos, y su magia se extendió a otros estados aunque no pudo alzarse con la guinda del pastel: California. Esta cayó en manos de Bernie Sanders, cuyo equipo de campaña hizo un excelente trabajo entre jóvenes y latinos.
El temido Sanders ganó la elección primaria presidencial del Partido Demócrata en California, y con ello se llevó los votos de los 415 delegados a la contienda. Ganó además en Utah (29 delegados), Vermont y Colorado, pero no pudo llevarse a casa los 225 votos de Texas. Estos cayeron en manos de Joe Biden quien también se llevó Massachusetts (91 delegados), Arkansas, Minnesota, Tennessee, Alabama, Oklahoma, Carolina del Norte y Virginia.
Massachusetts, con 91 votos, era la esperanza que tenía la candidata local, la senadora estatal Elizabeth Warren, para levantar sus posibilidades en la campaña, pero Biden la dejó con las ganas.
Gran cuota de responsabilidad en el resurgimiento de Biden y lo sucedido la víspera en el Supermartes, la tienen Pete Buttigieg y la senadora demócrata Amy Klobuchar. Ambos se retiraron de la contienda electoral en EEUU tras los sucesos del pasado sábado en Carolina del Sur. Le dieron su apoyo – y pidieron a sus votantes apoyar – a Joe Biden, y este no los hizo quedar mal en el Supermartes.
Biden, aparte de los votos ya mencionados ganados, ganó la elección primaria presidencial del Partido Demócrata en Arkansas, y con ello el apoyo de los 31 delegados en contienda. En Minnesota ganó los votos de los 75 delegados que aporta este estado e igual hizo en Tennessee, estado que aporta 64 delegados a la contienda. Allí ni siquiera los tornados de la última madrugada que dejaron una cifra cercana a los 20 fallecidos pudo frenar el ánimo de los votantes.
Un poco más al norte, en Oklahoma, Biden se llevó 37 delegados; el mismo lugar donde en el 2016 Bernie Sanders derrotó a Hillary Clinton. Igual hizo en Alabama, donde capturó 52 delegados y en Carolina del Norte – ya lo decíamos al principio – donde sumó unos importantísimos 110 votos. En Virginia, para no ser menos, haló para su mano 99 delegados, dejando a Sanders con su natal Vermont y sus 16 delegados en contienda y Colorado, el cual le dio 67 delegados más.
Con estos resultados – y el de Maine que aún no ha sido dado a conocer (pueden ser consultados aquí) – Biden le puso más que un freno a Sanders. Ahora, de aquel cuarto lugar que tenía hace un mes atrás ha pasado al primer puesto y es posible que, tampoco en el 2020, Bernie Sanders pueda ser el presidente de EE.UU. que siempre quiso ser.
