Días muy fríos para los cubanos, poco acostumbrados a las bajas temperaturas. “Tocó sacar los trapos”, dicen algunos mientras sacan los abrigos de los escaparates
Desde que Francisco vio en la televisión “cómo venía la cosa” desempolvó los abrigos de nailon que guarda en la parte superior del clóset. “Esta vez sí va a chiflar el mono”, comenta. Los pronósticos del tiempo aseguran que estos días son de los más fríos de la temporada.
“Aquí no estamos acostumbrados a estas temperaturas. La mayoría solo tenemos enguatadas finitas que son de doble uso: para protegerse del sol y, si acaso, de algún aire fresco”, declara Sandra.
Sin embargo, esta ocasión amerita que los cubanos recurran a prendas de corduroy, cuellos de tortuga y demás tejidos gruesos que muchos trajeron de sus viajes de estudio por la antigua Unión Soviética.
Los valores de este octavo frente frío oscilan entre los 15 y 20 grados Celsius a la una de tarde, horario de mayor calor en las jornadas habituales. En las madrugadas se esperan entre 9 y 12 grados, e incluso pronósticos inferiores en localidades del interior de la isla, según informa el Instituto de Meteorología.
“Estoy tullido. No puedo moverme. Ahora lo único que se me antoja es estar envuelto en una colcha y tomando chocolate caliente. Esto me cogió desprevenido por completo. Hasta los otros días te estabas ahogando por el calor y ahora parece que nos mudamos para el Polo Norte”, opina Reinaldo Pérez.
Felicia dice que desde los años 90 no había sentido algo como esto. “Tengo los huesos en candela por tanta frialdad. Ni siquiera he bajado a la bodega. Desde que me levanté me disfracé: medias, licra y dos abrigos. Nosotros los viejos tenemos que cuidarnos mucho en este tiempo. A mí no se me ha perdido nada allá afuera hasta que el sol no vuelva a calentar”.
Hasta los menos friolentos, como Abelardo, reconocen la baja de los termómetros. “Hacía tiempo que yo no me ponía un abrigo”. Para él, los demás descensos hasta el momento eran “una temperatura agradable”, pero ahora “tocó sacar los trapos”.
“Nosotros siempre nos sentamos en la esquina a debatir las noticias de la prensa y hace dos días que no se ve ni un alma. Los viejos de la cuadra estamos tomando caldo y llenos de mentol dentro de la casa”, manifiesta.
Olivia afirma que “tanta tembladera” se debe a la falta de atuendos adecuados para el invierno. “Tengo tres abrigos, pero ninguno tapa nada. A veces me pongo los tres y me paso los días así, rotando el de afuera. Aquí uno no gasta dinero en esas cosas porque nunca aprieta tanto, pero en estos momentos te das cuenta de la falta que hacen”.
El récord nacional de frío en el país se registró en 1996, cuando en Bainoa, provincia de Mayabeque, llegó a 0,6 grados Celsius. Desde entonces no ha descendido tanto, pero destacan los números de diciembre de 2010 cuando se establecieron 31 récords de temperatura mínima, sobresaliendo los 1,9 grados en Colón, Matanzas.
Se avecinan fechas donde no faltarán las mantas en las camas y el potaje caliente en las mesas. Muchos desean que esto acabe cuanto antes, pero ¡no guarden los suéteres! El sábado próximo entra el frente frío número 9.
Texto y fotos: Vladia Rosa García