El hombre de Buffalo, de 75 años, que fue abatido por la policía contra el suelo la semana pasada, tiene el cráneo fracturado y no puede caminar.

Así lo reveló su abogado a los medios, mientras recordaba cómo la policía lo tiró al suelo durante una protesta de Black Lives Matter, lo que provocó una lesión en su cabeza.

Hay una reacción cada vez mayor por el trato brutal que los manifestantes están experimentando a manos de la policía. El Departamento de Policía de Los Ángeles está siendo demandado por dispararle en la cara con balas de goma a un hombre sin hogar, en silla de ruedas. Mientras tanto, la policía de Denver está siendo criticada por disparar bolas de pimienta (lo que sea que sea) a un automóvil (conducido por un hombre negro), a pesar de sus gritos de advertencia de que su esposa, dentro del automóvil, estaba embarazada.

La policía, no provocada, golpeó salvajemente a los manifestantes desarmados en Filadelfia. Tanto periodistas suizos como australianos han sido atacados por la policía, y el sindicato policial se niega a identificar a los agentes en el caso australiano.

En Nueva York, un policía le levantó la mascarilla a un manifestante pacífico, y luego lo roció con gas pimienta.

Protestas por violencia policial continúan

Las protestas por el asesinato de George Floyd se han intensificado en los últimos días, extendiéndose a unas 40 ciudades de EE. UU. e incluso urbes de todo el mundo. En general, los manifestantes exigen una cosa: una reducción de la brutalidad policial al desmilitarizar a la policía.

Trump amenazó con llamar a los militares si los gobernadores estatales no tienen las cosas bajo control; los llamó débiles en una llamada, y los incitó a un mayor control sobre la situación. Luego firmó una orden ejecutiva que no resuelve mucho el problema de fondo que subsiste: el racismo dentro de la sociedad.

Analistas -muchos demócratas, claro- aseguran que la respuesta de Trump a las protestas probablemente las ha exacerbado.

Al menos eso cree también el alcalde de Atlanta, quien le suplicó a Trump que dejara de hablar por completo: el silencio sería mejor que eso que Cornel West llamó “divagaciones inflamatorias”. West ha manifestado que “estamos presenciando el colapso de la legitimidad del liderazgo”, pero habrá que esperar a noviembre para saberlo.

En Atlanta, por ejemplo, se está intentando limpiar la imagen policial tras la muerte de Rayshard Brooks, un hombre que cooperativo primero con la policía, arrebató luego en un forcejeo a un oficial su pistola taser. Salió huyendo, y en la huida recibió seis disparos por la espalda. Dice el Fiscal de Fulton, en Atlanta, Georgia, que aún en el suelo fue pisoteado y pateado varias veces, y que los oficiales solicitaron la ayuda médica solo dos minutos después.

En medio de todo esto se alzan personas como el C.E.O de Netflix, o el ex basquetbolista Michael Jordan, ayudando financieramente a las comunidades negras.

Es probable que las protestas continúen extendiéndose, en parte debido al pobre liderazgo federal sobre el tema de la violencia policial contra la comunidad negra.

por Roberto A.

 

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