Josefina Vidal parece tener mala memoria; Cristina Escobar pocas ganas de refrescársela y Cubahora poco interés en difundir la verdad con todos sus matices.
Josefina Vidal obvia que, por ejemplo, apenas terminado el discurso de Barack Obama en el Gran Teatro de la Habana, horas después, veía la luz en el diario oficialista Tribuna de La Habana, un texto racista y peyorativo sobre el presidente de los EE.UU. titulado “Negro, ¿tú eres sueco?” Con esos truenos, ¿qué esperaba Vidal? ¿Flores?
Un trabajo periodístico publicado en el portal oficialista Cubahora nos trae las palabras expresadas por una de las llamadas “artífices del deshielo”, Josefina Vidal, quien en una entrevista concedida a la periodista, también oficialista, Cristina Escobar señaló: “Entre Cuba y EE.UU. una coexistencia civilizada es posible”.
Josefina Vidal, que por aquel entonces ejercía el cargo de Directora General para Estados Unidos en el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) de Cuba, mantuvo desde el año 2014 hasta el 2017 una gran actividad diplomática dirigida al entendimiento entre ambos gobiernos.
De la entrevista se desprende que, como casi siempre, las autoridades cubanas tenían que encontrar un culpable para justificar el deterioro de las relaciones. Josefina Vidal, lejos de reconocer que las autoridades cubanas actuaron con el mismo recelo de siempre, argumentó que la administración de Obama no modificó sus objetivos estratégicos hacia Cuba, sino que cambió sus formas y tácticas.
Vidal al parecer obvia que, por ejemplo, apenas terminado el discurso de Barack Obama en el Gran Teatro de la Habana, horas después, veía la luz en el diario oficialista Tribuna de La Habana, un texto racista y peyorativo sobre el presidente de los EE.UU. titulado “Negro, ¿tú eres sueco?” Con esos truenos, ¿qué esperaba Vidal? ¿Flores?
Es más: Vidal obvia que, apenas terminado el discurso de Obama, salieron en la televisión cubana “disfrazados miembros de la sociedad civil” a descargar sus frustraciones acumuladas durante más de medio siglo con las sucesivas administraciones norteamericanas luego de proponer un borrón y cuenta nueva. De hecho, eso mismo dijeron: “que era imposible olvidar”.
Josefina, en la entrevista con Cristina Escobar, ni siquiera menciona que el oficialismo cubano, la Seguridad del Estado, y los “tanques pensantes” del gobierno de La Habana le disfrazaron a Obama, más de 25 mil personas como fanáticos a la pelota, y los metieron en el Estadio Latinoamericano a presenciar el juego entre la Selección Cubana de Béisbol y el equipo de Tampa Bays Rays.
Dicho esto, demostrada la poca voluntad por parte del gobierno cubano, ¿dónde quedan, por ejemplo, la sarta de artículos publicados por los sabuesos como Iroel Sánchez, en contra del entendimiento entre los dos países, apenas unas horas después de salir de Cuba Barack Obama en su Air Force One?
Josefina Vidal parece tener muy mala memoria; Cristina Escobar muy pocas ganas de refrescársela y el portal Cubahora menos interés en difundir la realidad de lo sucedido con todos sus matices.
Basta leer como Castro (Fidel) alardeaba de “posición de fuerza” a la hora del diálogo, ya desde el año 1964.
Pero, ¿qué dijo la Vidal?
EE.UU pudo haber tomado iniciativas más profundas para evitar sufrimiento al pueblo cubano
“EE.UU pudo haber tomado iniciativas más profundas para evitar sufrimiento al pueblo cubano”. Ese es el criterio de Vidal, obviando, por supuesto que, eliminar el llamado “bloqueo” ya no es prerrogativa presidencial desde el año 1996 en que Bill Clinton firmó la Ley Helms-Burton.
Su idea de “lo que pudo hacer” pasa por querer que Obama hiciera “todo” en una semana.
“Llegamos y concluimos ese proceso sin condiciones de ningún tipo y sin hacer concesiones lesivas a la soberanía y a la independencia de Cuba, como habían tratado de imponernos antes, sin éxito, los diferentes gobiernos de turno en Estados Unidos”, señala Vidal en la entrevista, y deja en claro entonces que Obama “venía en otra onda”. Una onda que a ellos tampoco les convino.
Vidal reconoció que “en las sociedades cubana y norteamericana existe un consenso a favor de la normalización de las relaciones entre los dos países” y dijo que ella se atreve a afirmar que “existe un rechazo unánime a la política aplicada por el gobierno de Trump y que se mantiene el consenso a favor de mejores relaciones”.
El retroceso de las relaciones, consecuencia lógica de muchos factores, lo justificó la funcionaria diciendo que quedó evidenciado “la falsedad del argumento que se usó de forma manipulada por mucho tiempo contra Cuba, de que era nuestro gobierno el que no deseaba una mejoría de las relaciones con los Estados Unidos”, aunque las reiteradas actitudes de la prensa cubana, controlada por el Departamento Ideológico del Comité Central, durante toda la visita de Barack Obama, la desmienten a ella.
Por suerte, reconoció que “se demostró que podrían establecerse mecanismos avanzar de manera civilizada y mutuamente provechosa para ambos pueblos, encontrando soluciones conjuntas a los problemas, a pesar de las diferencias”.
Lo único que no propuso Vidal es que, verdaderamente, el gobierno termine por abandonar toda actitud incriminatoria y obsesionada en culpar de todo lo malo que sucede entre los dos países, únicamente a los EE.UU.
por Ariel P.
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