Trabajos policiales en Guantánamo encontraron que dependientes de tiendas de divisas operaban en contubernio con coleros y revendedores.
Trabajadoras de una tienda en divisas fueron separadas de sus puestos y en estos momentos se encuentran bajo investigación, por su participación en delitos de receptación, reventa y acaparamiento, reveló un reportaje oficialista desde la oriental provincia de Guantánamo.
El reportaje versa sobre los operativos policiales en la provincia encaminados a frenar el fenómeno del momento: la compra y acaparamiento de artículos adquiridos en tiendas de la llamada “moneda fuerte”, y posterior reventa “en la calle” a varias veces su valor. Un viejo modus operandi que ahora, con la pandemia del coronavirus azotando la isla y frenado en gran medida el ingreso de divisas en el país, ha adquirido mayor connotación.
“Varios ciudadanos, entre los que se incluyen trabajadores de la tienda ubicada en Pedro A. Pérez y Bernabé Masó, resultaron detenidos en tanto numerosos artículos y altas sumas de dinero permanecen bajo la custodia de las autoridades. La investigación avanza y el monto hasta hoy supera los tres mil trescientos CUC 74 500 pesos y 150 USD,” señala el trabajo periodístico desde Guantánamo que asegura que “el comercio en MLC, una alternativa que en Guantánamo debe ser una acción que amplíe las posibilidades de los guantanameros cayó en las garras de cleros y revendedores”.
Varios ciudadanos fueron entrevistados. Todos coinciden en que este proceder “es ilegal”, a la vez que señalan que “hay que acabar con los revendedores, porque el pueblo que trabaja y lucha no es para que compre los productos, las cosas a sobreprecios”.
El trabajo, como es costumbre en los trabajos periodísticos de la isla caribeña, se concentra en enfocar este problema como “la madre de todos los problemas”. El oficialismo ha sido hábil en culpar a estas personas y enfocarlas como los malévolos ciudadanos que frenan el desarrollo del país.
Un ejemplo es patente: las mismas tiendas en divisas, venden los artículos ya no al famoso “2.4” que decían, antes, era el margen comercial de ganancias entre la compra y la venta. Numerosos testimonios hablan de que son varios los productos que el Estado cubano vende a 3 y 4 veces su valor original. A menudo lo justifican por los programas de subvención en el país; en otras, el culpable es el mismo de siempre: el embargo financiero.
por Ariel P.
tal vez quieras leer: Cubanos contentos por desaparición de los llamados “coleros“