El nuevo nido de amor de los Duques de Sussex no tiene un historial tan alentador para una pareja que se ama. La mansión al parecer presenció historias violentas.
Una mansión como de princesas es lo mínimo que se podía esperar para dos representantes de la realeza británica, que aunque renunciaron a sus deberes reales, no podían permitirse vivir como simples mortales. El ejemplo lo ilustran Megan Markle y el príncipe Harry, con la compra de su hogar en la nueva vida que emprenderían a miles de kilómetros de Buckingham.
Sin embargo, no todo lo que brilla es oro, más después de salir a la luz el oscuro y escalofriante pasado que encierran las paredes de la suntuosa casa ubicada en el exclusivo barrio de Montecito, Santa Bárbara, California, de acuerdo con el portal Infobae.
Paradójicamente, el matrimonio que se ha vendido al mundo como todo un ejemplo de que “el amor está por encima del dinero y la posición social”, habita hoy una residencia donde vivió una pareja no muy feliz que digamos.
Antes de que Harry y Meghan desembolsaran casi 15 millones de dólares por la mansión de nueve habitaciones, 16 baños, un anexo para huéspedes, piscina, cancha de tenis y jardín, allí había vivido Sergey Grishin, un magnate ruso que actualmente tiene una acusación interpuesta por violencia doméstica.
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La disputa judicial contra el multimillonario está protagonizada por Anna Fedoseeva, ex esposa del “hombre peligroso”, quien ha relatado amenazas de muerte y maltrato físico. Ella misma, de hecho, criticó fuertemente a Meghan cuando se supo que le compró la casa al banquero ruso.
En una entrevista a The Sun, citada por el sitio Infobae, Fedoseeva dijo: “Meghan lucha por los derechos de las mujeres. Pero en mi caso, eso significa simplemente estar viva. No es prudente que se rodeen de él ni de nadie que está cerca de él”.
No obstante, la abogada de la víctima, manifestó también al diario que, de no haber sido “por el error del agente de Megan y Harry, el mundo no habría conocido las historias de Grishin. Anna y Jennifer no son las únicas que sufrieron”.
Los Duques de Sussex se hicieron del hogar con la mayor discreción posible, a mediados de junio. Ahora tienen como vecinos a otras reconocidas estrellas de Hollywood como Ellen DeGeneres y Oprah Winfrey, por lo que Meghan, siendo actriz y californiana, debe estar muy a gusto en su zona de confort.
Olivia Pérez