Un tiburón quiso darse banquete con una surfista australiana el sábado pero, no contó con el valor del esposo de esta; ni con la fuerza de sus puños.
Un hombre en Australia logró salvar a su esposa de morir en las fauces de un tiburón, luego de asestarle varios puñetazos en la nariz tras lo cual el animal, aturdido, soltó a su presa y se largó.
La mujer fue trasladada en avión al Hospital John Hunter de Newcastle, donde se sometió a una cirugía. Se está recuperando y fue reportada en condición estable el domingo pero, horas antes, pasó el susto de su vida. Sin embargo, gracias a su valeroso esposo, podrá hacerle el cuento a sus nietos.
“El tiburón estaba aferrado a su pierna” dijo este a los medios.
Mark Rapley está siendo aclamado como un héroe por su acción, pero el hombre solo cumplió con aquello de “hasta que la muerte nos separe”.
Ambos surfistas de Port Macquarie disfrutaban un sábado de surf sobre sus tablas a 30 metros de la orilla cuando el tiburón atacó a la mujer. Mark saltó de su tabla y le entró a puñetazos al tiburón. Su esposa, Chantelle Doyle, sufrió lesiones graves en la pierna. Esta fue atendida por paramédicos que fueron llamados a la playa poco después de las 9:30 a.m. del sábado, informó NSW Ambulance.
Las autoridades explicaron que, según la descripción, se trata de un tiburón blanco “joven”, de apenas dos o tres metros de largo con la suficiente fuerza como para haber arrastrado a la mujer mar adentro.
Lo hubiese hecho de no ser por el valeroso Mark.
“Saltó sobre el tiburón y comenzó a golpearlo para liberarla”, expresó un testigo a la prensa.
El testigo Jed Toohey dijo que Rapley arriesgó su vida para salvar a su pareja.
El suceso ocurrió en Shelly Beach en Port Macquarie, en la costa norte de Nueva Gales del Sur.
“La paciente sufrió graves laceraciones en la pierna derecha”, refirió el inspector Andrew Beverley, gerente de operaciones de servicio de ambulancias de NSW, que elogió a quienes la atendieron primero que ellos, y le aplicaron un torniquete que potencialmente salvó su vida. Las heridas fueron en la pantorrilla derecha y en la parte posterior del muslo.
Aunque apenas demoraron ocho minutos en llegar al lugar, la mujer había perdido bastante sangre, por lo que debió ser trasladada en helicóptero a un centro asistencial.
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