Un 13 de agosto es en cualquier lugar del mundo una fecha cualquiera; en Cuba se celebra el nacimiento de Fidel Castro. Algunos la celebran, otros no. Algunos pensamos “en los viejos revolucionarios del barrio”

Un 13 de agosto es, en cualquier lugar del mundo, una fecha cualquiera; en Cuba no.

Eminaldo fue tres veces a combatir a Angola. En una de ellas, escapó de la muerte ocultándose debajo de los cuerpos inertes de algunos de los otros soldados de su pelotón. El resto, los que se salvaron, huyeron a la desbandada dándolo a él por muerto en una de las trincheras que cavaron.

Nadie pudo venir a rescatarme; los sudafricanos comenzaron a lanzar bombas y ellos tuvieron que huir. Yo también hubiese huido, pero no pude; un bombazo me dejó aturdido, sordo y medio ciego por varias horas“, me contaba Eminaldo, creo, en el año 2009.

Venía de la placita, el día de su cumpleaños, medio borracho y con un trozo de pan en la mano y en la jaba un pedazo de jamonada.

La nota la cogí en la Casa de los Combatientes; la jamonada también es de allí“, me dijo.

“Eso fue lo que pude capturar hoy, día de cumpleaños del Comandante. Y mío también, que cará”, sonrió.

En la cocina, Cacha, su mujer, me hace las mismas muecas de siempre. Entorna los ojos al techo, esboza una sonrisa maliciosa y piensa: “allá va el viejo este con la Revolución de nuevo“.

No es que vivan mal los viejos. El hijo de ambos, Dinaldo, trabaja en turismo desde el 2001. La casa no está jodida; pero antes de que Dinaldo comenzara a ganar divisas, lo único de valor que tenían era un televisor ruso a colores. Y el refrigerador.

Germán

Germán estuvo en Angola, Etiopía, Tanzania y Mozambique. En Angola estuvo dos veces. Era constructor.

Por un catarro malo no estuvo en Granada en el 83. A cada rato, cuando se toma un trago, que sucede más o menos tres veces al día, celebra no haber estado allí.

Seguro estuviese muerto, pa la p…“, afirma.

Germán todos los días discute con su ex mujer. Le han llamado a la policía varios meses al año, cada año.

Jamás se han ido a los golpes, pero se han dicho “de todo”. Germán asegura que ella le pegó los tarros mientras él estaba en Etiopía, y que Reinaldito no es hijo de él. Él, por venganza, le pegó los tarros con Margarita, la del primer piso. Margarita se ganó un apodo en el barrio. Su órgano reproductor, le dicen, “es de palo”.

Germán vive en la casa que le dio “la patria”, junto a su ex y varios hijos. Vive en uno de los tres cuartos, con su esposa actual. Todos viejos. Llenos de problemas. No nació un 13 de agosto, pero recuerdo que lo celebra.

A cada rato, cuando pasa justo de la sobriedad a estar borracho, y todavía puede reconocer la miseria en que vive -sí, por suerte, tiene un apartamento bueno, aunque con filtraciones- comienza a llorar y a reconocerse revolucionario.

Mañana, 13 de agosto, cuando los medios de información de la isla nos bombardeen con el cumpleaños 94 “del Comandante”, Germán y Eminaldo serán par de viejos solos que, un día, soñaron con la revolución transformadora que les dejó, “de recuerdo” para disfrutar la vejez, un pedazo de pan y un trozo de mortadella.

Y ron. A ambos, lo recuerdo, les gusta mucho el ron.

por Roberto A.

tal vez quieras leer: En los 80 estuvo en Angola, ahora es limpiabotas


There is no ads to display, Please add some

Leave a comment