Después de unos 16 días de dormir a la intemperie tras un derrumbe en su edificio, las autoridades reubicaron por la fuerza a varias familias habaneras.
Los vecinos afectados del inmueble de Zulueta 505, entre Monte y Dragones, exigían viviendas para vivir y permanecían en los portales cercanos tras un nuevo desplome que ocurrió en julio pasado.
De unas ocho familias que iniciaron la protesta al sacar sus pertenencias de la edificación, dos aceptaron locales ofrecidos por el gobierno de la provincia, pero el resto fueron desplazados del lugar, indica el reporte de Diario de Cuba.
“En la mañana llegó una brigada con camiones y grúas para proceder a la demolición total del edificio, pero ellos desconocían que aún nosotros estábamos aquí”, contó al medio Liubis Herrera, una de las afectadas, y quien estuvo informando de los hechos por su cuenta de Facebook durante todo este tiempo.
Las fuertes lluvias del mes pasado en La Habana provocaron el desplome de dos de los apartamentos y obligaron a salir a las familias, un total de 22 personas, entre ellos 3 menores de edad, informaba Radio Televisión Martí el 28 de julio pasado.
“Nos plantamos en medio de la calle y les explicamos que no podían demoler frente a nosotros. Vino el presidente del gobierno municipal y nos amenazó a todos con sacarnos para un albergue en el municipio Boyeros. Finalmente, al mediodía, todos se fueron”, añadió.
Las personas exigían viviendas para no tener que volver a Zulueta 505, construcción a pocas cuadras del Capitolio de La Habana que suma varios derrumbes y cuyo estado ha sido denunciado por sus residentes y varios medios a lo largo de los años. Sin embargo, solo recibían respuesta negativas de parte de las autoridades, que este domingo decidieron resolver la situación de una vez y por todas.
“En la tarde citaron para la estación de la Policía de Cuba y Chacón a los jefes de las seis familias que aún permanecían en la calle. Ahí nos amenazaron, nos faltaron el respeto. A mi madre la amenazaron con meterla presa si no aceptaba sacar nuestras pertenencias de la calle; incluso hasta con la custodia de mi hijo nos coaccionaron. Al caer la tarde, por la fuerza, recogieron todo y nos llevaron para Vivienda municipal”, explicó Amaya Cuesta Juviel.
Las familias que exigían viviendas y que no estuvieron de acuerdo con moverse hacia algún albergue u otro local, permanecían allí este lunes, apuntaba Diario de Cuba.
Cuesta Juviel relató que han recibido amenazas y malos tratos por parte de las autoridades y que viven con la incertidumbre de no conocer su destino.
“Uno de nuestros vecinos, que se llama Gerardo, estuvo detenido unas horas en un calabozo, producto de un intercambio fuerte de palabras con las autoridades. Nos han tratado mal y nos han engañado diciendo que nuestra situación se va a resolver y todo es mentira, no sabemos qué sucederá con nosotros a partir de ahora”, expresó.
Tanto Liu Herrera como Dora Zamora, en cuyos perfiles de Facebook se había denunciado la situación que vivían los habitantes de Zulueta 505, no han hecho nuevas publicaciones desde el día 9 de agosto, cuando ocurrió el desplazamiento forzoso, y justo cuando llegaban a 16 días.
En una de las últimas publicaciones, Herrera comparte un video de Ross Matos que muestra un aguacero fuerte sobre la ciudad, el 8 de agosto, mientras ellos, que exigían viviendas para vivir sin temor, permanecían en los portales.
Este lunes, Matos hizo un post en la misma red social en el cual detalla que vivió 23 años en Zulueta 505 y que después de ser reubicada, ahora lleva otros 12 esperando por una vivienda, aunque su dirección todavía pertenece al viejo edificio.
“A mis vecinos de Zulueta # 505 e/ Montes y Dragones los desalojaron de los portales de la iglesia donde estuvimos viviendo por 16 días, sito frente al mencionado edificio, el cual lleva 30 años en mal estado y en días anteriores ocurrieron dos derrumbes parciales, sin mencionar los de años atrás. Estoy contenta por mis vecinos porque al final les dieron un lugar seguro donde estar, que no fueron las viviendas prometidas porque según los de vivienda están en proyecto de construcción, pero por lo menos están a salvo”, afirmó.
Los sucesos de derrumbes en la capital cubana se han incrementado en los últimos tiempos, con algunos que han provocado pérdidas de vidas humanas, como en enero pasado, cuando perdieron la vida tres niñas, de entre 11 y 12 años, al desplomarse un balcón en el barrio Jesús María. Una de ellas falleció al instante, mientras las otras dos murieron en el hospital.
Muchas de las edificaciones del deteriorado fondo habitacional habanero son trampas mortales que se sostienen en condiciones precarias, con peligro para la vida de miles de habitantes de la capital.
Según datos del último Censo de Población de 2012 y otras evaluaciones realizadas hasta junio de 2017 –manejadas por Oncuba News– Cuba tenía más de 3,824,000 viviendas, de las cuales, un 39 por ciento estaba en regular o mal estado técnico.
A poco más de un mes de la muerte de las niñas, un hecho similar, pero sin víctimas, ocurrió en la céntrica Avenida Carlos III esquina a Almendares en La Habana. En junio se supo de un desplome en uno de los más viejos edificios todavía habitados de Jesús María, localizado en la calle Factoría #155, aunque esa vez no se lamentaron fallecidos por el colapso de dos balcones.
En julio, se registró un incidente en una edificación en Belascoaín y San Miguel, que también cobró la vida de una persona, poco antes de que un nuevo derrumbe en el municipio Cerro trajera como resultado otra víctima fatal. Una mujer fallecía poco después en el hospital Calixto García.
Julio Linares
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