Dorothy Pollack no quiso irse de este mundo luego de toda una vida llena de sacrificios y decidió regalarse, ya anciana, su primer tatuaje, a los 103 años
Si es cierto eso de que nunca se es demasiado viejo para intentar cosas nuevas, esta mujer es un vivo ejemplo de ello. Dorothy Pollack, no quiso irse de este mundo luego de toda una vida sacrificándose por toda su familia, y decidió regalarse siendo ya anciana su primer tatuaje, a los 103 años.
¿Hacerse un tatuaje a los 103 años? ¿Para qué? Pues ¡para ser feliz!
“Joven ha de ser quien lo quiera ser” y Dorothy ha demostrado que nunca eres demasiado mayor para hacer realidad tus sueños.
Hoy que se habla del Punto G masculino y hay hombres que renuncian a ser “primerizos” y no quieren conocer “su Punto G” , Dorothy Pollack, quien cumplió 103 años en junio, ha sido primeriza, pero en hacerse un tatuaje.
Dice que lo que más ama en este mundo son las ranas, después de la cerveza y las hamburguesas y pues ese fue su tatuaje: una rana.
Su nieta, Teresa Zavitz-Jones, dice que su abuela estuvo “encerrada” con esto de la pandemia del coronavirus y que desde el pasado 16 de junio celebró su cumpleaños en un asilo de ancianos en Muskegon, Michigan.
La anciana, tiene ya problemas auditivos y su familia no pudo conocer por teléfono qué quería que le regalaran así que tuvieron que esperar casi dos meses para escucharlo de su boca: quería un tatuaje.
“La enfermera dijo que estaba terriblemente deprimida y que necesitábamos sacarla del hogar”, explicó la nieta. Al parecer la anciana del 103 años pensaba, triste, que moriría sin tener un tatuaje en su piel.
“Fue muy emocionante porque hace años mi nieto quería que me hiciera uno y yo le dije que no lo haría”, manifestó Pollack a la cadena CNN. “De repente, decidí que me gustaría tener uno. Y si pudiera, una rana. Porque me gustan las ranas”, se rió.
Su deseo se convirtió en realidad el viernes pasado.
Apunta el artista que la tatuó, Ray Reasoner Jr., que Dorothy ni siquiera movió un músculo cuando sintió la aguja en su piel. Agregó que Dorothy, con 103 años, es la persona más vieja a la que él le ha hecho un tatuaje en su vida.
“Ni siquiera la vi hacer una mueca. Ella estaba tan emocionada. Fue una experiencia increíble. Si alguien con más de cien años te dice que hagas algo por él, debes hacerlo”, refirió Reasoner Jr.
Y concluyó: “Se portó como una campeona.”
por Roberto A.
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