Cubadebate “volvió” a meter la pata con uno de esos titulares “alocados” o mal colocados, y esta vez la ambigüedad debe tener a Randy Alonso a punto de un ataque de nervios, cuando parecía superada ya la mancha en el expediente de haber adjudicado lo hecho por un médico italiano a un colaborador cubano.
Bajo el titular de “Solidaridad argentina rinde homenaje a jóvenes cubanos víctimas de la dictadura“, un texto que evoca el secuestro y asesinato a manos de la dictadura militar argentina (1976-1983), de los jóvenes diplomáticos cubanos Jesús Cejas Arias y Crescencio Galañena Hernández, quedó tan mal redactado que, si uno lo lee piensa que la dictadura está en Cuba, y que los jóvenes murieron en Cuba a manos de esta, y que desde la Argentina se gesta un proceso de solidaridad con ellos.
“Esa palabra, “argentina”, iba al final de la oración y todo hubiese quedado aclarado desde un inicio; pero ya el mal está hecho”, dijo a Cubacomenta un amigo que prefirió declinar ser identificado. Licenciado en Letras, “Alberto” dice que él en lo particular tuvo que leer el texto para darse cuenta de qué se trataba.
Desconocemos cómo debe estar esa redacción de Cubadebate en estos instantes, pero de seguro que en algún momento recibirán una llamada “de arriba” para pedir responsables por el desatino.
Lejos de recordarse la historia de estos dos jóvenes diplomáticos cubanos que fueron secuestrados y asesinados durante la última dictadura militar en ese país sudamericano (1976-1983) -han pasado 44 años del asesinato- el titular genera un sobresalto que empaña desde el inicio la lectura de “la historia”.
Esta nos dice que Jesús Cejas Arias y Crescencio Galañena Hernández fueron víctimas “de uno de los tantos crímenes atroces cometidos durante una de las épocas más grises de este país”.
“Crescencio Galañena Hernández y Jesús Cejas Arias, de 27 y 22 años, respectivamente, fueron abordados el 9 de agosto de 1976 por un grupo de operaciones de la dictadura, que los abordó muy cerca de la embajada de la nación caribeña en Buenos Aires, en la barriada de Belgrano, los secuestraron, torturaron y los desaparecieron”.
Sus cadáveres jamás fueron encontrados hasta que, más obra de la casualidad que de la investigación, apareció, en un tanque metálico de 200 litros relleno con cemento el cuerpo de Galañena Hernández.
Un año después, en 2013, y esta vez sí como consecuencia de una intensa búsqueda, aparecieron varios restos más, también en tanques metálicos rellenos con cemento, los restos de varias personas, entre los que se encontró el de Jesús.
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