El Ministerio de Comercio Interior en Cuba anuncia “el fin” de los fósforos normados subsidiados. El producto pasará a ser “liberado regulado”.
Los pirómanos en Cuba se las verán muy difíciles a partir de los próximos días cuando en la práctica comience a surtir efecto la última de las medidas del comercio interior en la isla: la regulación de los fósforos.
¡Pa los fósforos!, diría una ama de casa que, ayer, se enteró de esta mala nueva que pone en un aprieto su cocina. Será sin dudas una medida que provocará en muchos la evolución hacia la fosforera, aunque el problema con el gas licuado a veces provoca que no se puedan rellenar estas últimas.
En una escueta nota divulgada ayer -más que escueta, parece “famélica”- el MINCIN expresó que “a partir del mes de agosto se modifica el sistema de venta del fósforo, pasando de normado a liberado regulado.”
Luego, para explicar en español el asunto, agregó:
“La modificación implica que ya no se anotará este producto en la libreta de abastecimiento y el precio de venta será de un cup; sin subsidio. Cada territorio establecerá la red en que se comercializará el producto, abarcando la totalidad de los consejos populares.”
Una llamada a Cienfuegos, apenas conocimos de esta noticia gracias a un tuit de la siempre atenta periodista independiente y cazadora de noticias Luz Escobar, nos puso del otro lado de la línea a nuestro colaborador Pedrito que, “¡fíjense si es grande el destino y esta ciudad es chica!”, se encontraba en el patio de su casa intentando encender una hoguera con palos y ramas con unos fósforos que, según nos contó, eran “fanáticos a perder la cabeza”.
Su frase de “no jodas, compadre” más que nada provocó risas entre ambos y el recuerdo de, cuando en el Período Especial, él le quitó una tapa al interruptor de la terraza y allí, pegando los cables, encendía un hisopo cuando, no tenía fósforos y se había ido la corriente.
“Esto viene duro, ” me dijo, y luego se lamentó de estar un poco viejo ya para convertirse en cuentapropista.
por Roberto A.
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