La población mundial va en camino de reducirse y de envejecer significativamente en este siglo debido a una importante caída en los índices de fertilidad, circunstancias que tendrán un impacto negativo en la mayoría de los países.

Se calcula que en 23 naciones la población se verá reducida a la mitad para 2100 y que se vivirá un envejecimiento dramático y una disminución notable en el número de nacimientos, según un estudio de la revista The Lancet detallado por la BBC.

“El mundo no está preparado para la caída dramática en el número de nacimientos, un fenómeno que tendrá un impacto traumático en las sociedades”, escribe el medio británico en un artículo titulado “El dramático descenso de los nacimientos en el mundo (y cuáles serán sus profundas consecuencias)”.

Los investigadores explican que está bajando la tasa de fertilidad -el número promedio de niños que tiene una mujer-, muy distante de 1950, cuando las mujeres tenían en promedio 4,7 niños en su vida.

Esta disminución, sin embargo, está asociada a otro fenómeno positivo: el aumento de posibilidades de desarrollo personal para las mujeres en muchos países, que con los años ganaron acceso a la educación, al trabajo, y a métodos anticonceptivos.

“De alguna manera, la caída en la tasa de fecundidad es una historia de éxito”, afirma la BBC, que añade que las proyecciones del estudio indican que esta cifra caerá por debajo de 1,7 para 2100. Como consecuencia de esta realidad, el planeta llegará 9.700 millones de habitantes en 2064, pero caerá a 8.800 millones para fines de siglo.

El estudio apunta que 183 de 195 países tendrán una tasa por debajo de los niveles necesarios para lograr lo que los demógrafos llaman reemplazo generacional. No es más que la “medida que indica si una población está reemplazándose a sí misma de forma efectiva o no”, lo cual se produce por un balance de nacimientos-fallecimientos, de acuerdo con el Servidor de Glosarios de Alicante.

En este caso, la caída de la tasa de fecundidad por debajo de 2,1 implica que la población empieza a reducirse, como ocurre actualmente en Estados Unidos, en donde la cadena CNN mencionaba en 2019 que “la fertilidad está debajo de lo necesario para reemplazar a la población actual”.

Según un informe de ese año, con los datos disponibles hasta 2017, “la tasa de fertilidad total para Estados Unidos en 2017 fue de 1.765,5 por cada 1.000 mujeres, lo que representa un 16% menos de lo que se considera el nivel necesario para que una población se remplace: 2.100 nacimientos por cada 1.000 mujeres”, añadía el reporte.

BBC expone asimismo que “uno podría pensar que es maravilloso para el medio ambiente: una población más pequeña significaría una reducción en las emisiones de carbono, así como menos deforestación para crear lugar para la agricultura y ganadería”.

Sin embargo, a la larga, implicaría también una caída en el numero de niños menores de cinco años y un aumento en los mayores de 80 años. En resumen, más personas mayores que jóvenes, lo cual lleva al investigador Christopher Murray, coautor del estudio publicado en la revista The Lancet, a esbozar varias preguntas que todavía no tienen respuesta: “¿Quién paga impuestos en un mundo de personas mayores? ¿Quién paga por la atención médica de los ancianos? ¿Quién cuida de ellos? ¿Podrá la gente jubilarse?”.

Omar Cortázar


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