Dos políticos “cubanoamericanos” -o al menos como así se suelen presentar ellos-, Ted Cruz y Marco Rubio son dos de los que se encuentran en la lista de senadores estadounidenses sancionados por China.
La nación asiática responde a las acciones tomadas por Estados Unidos para castigar a Beijing por su tratamiento de los musulmanes uigures, un grupo étnico minoritario que está detenido por la fuerza en campos de concentración en China en la provincia de Xinjiang, de acuerdo con denuncias de organizaciones de derechos humanos.
Según la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Hua Chunying, en el anuncio hecho sobre las sanciones, aunque no entró en detalles sobre lo que implicarían, dijo que los cuatro tendrán prohibido viajar al país comunista.
Hua dijo que las sanciones entrarían en vigencia a partir de este el lunes y que esta medida responde a las malos políticas de Estados Unidos y de esos cuatro actores que “dañaron gravemente las relaciones bilaterales.
Tanto Marco Rubio, como Ted Cruz, son dos excandidatos presidenciales, ciertamente jóvenes aún, ambos con 49 años de edad, y con grandes posibilidades de presentarse algún día, otra vez como candidatos a la Casa Blanca, por lo que en el futuro, muy seguramente, tendrán que maniobrar con China políticamente hablando.
También fueron sancionados, el representante Chris Smith (R-NJ) y Sam Brownback, embajador general de Donald Trump para la libertad religiosa internacional; así como la Comisión Ejecutiva del Congreso de Estados Unidos sobre China, que monitorea e informa sobre los derechos humanos y el estado de derecho en China.
El anuncio es en gran parte simbólico, dado que los funcionarios estadounidenses tienen poca exposición financiera o legal en China.
El viernes, Estados Unidos impuso sanciones contra una entidad del gobierno chino y cuatro altos funcionarios de esa nación, incluido un miembro en funciones del politburó gobernante, en virtud de la Ley Magnitsky. Las sanciones incluyeron el congelamiento de los activos y los viajes de los EE. UU., y la prohibición de que los estadounidenses hagan negocios con estas personas.
“La entidad y los funcionarios están siendo designados por su conexión con graves abusos de los derechos humanos contra las minorías étnicas en Xinjiang, que según los informes incluyen detención arbitraria masiva y abuso físico severo, entre otros abusos graves contra los uigures, una población musulmana turca indígena de Xinjiang, y otros minorías étnicas en la región ”, expresó el Departamento del Tesoro de Estados Unidos en un comunicado.
Al respecto, el secretario de Estado, Mike Pompeo, dijo que Estados Unidos no “se quedará de brazos cruzados mientras el partido comunista chino comete abusos contra los derechos humanos”.
Pekín ha sido acusado de detener a aproximadamente 1 millón de personas en los campos y cárceles de reeducación de Xinjiang, que defienden son centros de capacitación laboral diseñados para alejar a las personas del terrorismo.
Los encarcelados se ven obligados a renunciar a su idioma y religión y sus hijos son puestos en orfanatos, según las familias y los investigadores. La semana pasada, una investigación alemana reveló que las autoridades estaban llevando a cabo la esterilización forzada de mujeres en la región.
Hua calificó las sanciones de Estados Unidos como “interferencia grave en los asuntos internos de China, violación grave de las normas básicas que rigen las relaciones internacionales y daños graves a las relaciones entre China y Estados Unidos”.
La funcionaria reiteró que Estados Unidos no tenía derecho y que no estaba en posición de intervenir en Xinjiang, que era “un asunto completamente interno de China”.
Debemos recordar que el representante de China, país que ahora “denuncia” a EE.UU. por interferir en sus problemas, fue uno de los que interrumpió al científico cubano Ariel Ruiz Urquiola cuando este pretendía denunciar “su problema” en las Naciones Unidas.
Un poco menos de doble moral y cero doble discurso se apreciaría enormemente de parte del gobierno de China.
por Ariel P.
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