“Mi antes y después” es el nombre de un grupo en Facebook compuesto en su mayoría por protectores de animales cubanos, que se dedican a mostrar el progreso visto en la salud de los cientos y cientos de animales callejeros recogidos; principalmente perros y gatos.
Allí están entre otros, las historias de Gretiña, Grem, Tito, Tay, y otros muchos perros que fueron recogidos desnutridos de las calles, cubiertos de sarna o con TTV y que hoy, exhiben orgullosos una mejoría tal que simplemente parecen otro animal.
De aquellos ojos apagados y tristes del antes, de aquellos animales próximos a la muerte ya no queda nada. Todos, todos los animales del después, son animales felices; pletóricos de salud.
“Mi antes y después” es el nombre de un grupo en Facebook que le demuestra por las claras al gobierno y al Estado cubanos que, si se va a hablar, discutir y aprobar una Ley de Bienestar Animal, sin dudas debe contarse con los Protectores de Animales en la isla que son, los que a pie de cañón batallan día a día por salvar vidas; a veces sin recursos, gestionando un transporte, pidiendo un medicamento, ¡dejando de comer! para darle su comida a un animal hambriento.
De estos dolores y desvelos no conocen muchos de los que integran los organismos del Estado y que jamás se han detenido, o detenido sus autos, para comprar una cajita de almuerzo y dársela a un callejero en la calle; mucho menos se han detenido y los han recogido y llevado a una clínica veterinaria.
Sin embargo, en días pasados, los integrantes del “Mi antes y después” asistieron consternados al comentario hecho por la sociedad animal de Cuba en su perfil de Facebook. La entidad dijo que “no reconocían a ninguna otra sociedad animalista que no fueran ellos”, los del Estado; los que trabajan sentados detrás de un buró esperando que el gobierno les ponga en sus manos los recursos para hacer cualquier campaña de escasa convocatoria.
En estos antes y después de los callejeros, jamás ha participado Pedro J. Velázquez, una conocida ciberclaria oficialista cuya misión en las redes es ir en contra de todo lo que esté en contra del discurso oficial.
Pedro J. cuyas únicas obras conocidas son haber sido pieza clave en la expulsión de Karla María Pérez González de la Universidad Central de Las Villas “Marta Abreu” y repetir un año por bajo índice académico, fue ayer duramente criticado por esgrimir argumentos muy reprochables, entre los cuales acusaba a los campesinos cubanos varones, que viven en los campos, de ser practicantes de la Zoofilia.
Las protectoras como Beatriz y Bia Batista, Yanelys Acosta, Odalys Jaramillo, Milagros Maylín González, Grethel Montes de Oca y el joven Javier Larrea Formoso, entre muchos otros, son el alma de este “antes” y sobre todo del “después” de cientos de animales cubanos. Fueron ellas, y algunas otras, las que presionaron al gobierno cubano en la búsqueda de una ley que impida de una vez y por todas, el abandono de animales y el abuso de estos.
Son estas las protectoras, las verdaderas mártires de la lucha animalista, y no otras personas que se dedican a inyectar veneno o sembrar rencillas; a hacer “animal planning”, a elegirse voceras por sí solas. Mucho menos gente como Pedro J. Velázquez, quien jamás en su vida ha sido Protector Animal y ahora, al parecer, desde el Partido o la Contrainteligencia cubana le han dado esta tarea de ningunear y descalificar la labor de los protectores cubanos.
por Ariel P.
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