Según un reporte de la Agencia Cubana de Noticias (ACN), en el venidero mes de noviembre se debe aprobar en la isla una política de bienestar animal.
La noticia, positiva como toda acción, ley, panfleto, resolución o decreto que se escriba o se apruebe en favor de los animales, tiene sus puntos oscuros al no convocar a la mesa de trabajo a animalistas cubanos, rescatistas, protectores o a representantes de asociaciones no gubernamentales dedicadas a este noble empeño.
Yobani Gutiérrez, director del Centro Nacional de Sanidad Animal perteneciente al Ministerio de la Agricultura, dijo a ACN que el documento es elaborado por un grupo de 42 integrantes, conformado por especialistas del sector estatal y de “otras asociaciones cubanas” no especificadas y que ese mismo grupo trabajaba también en la concepción de un decreto ley que contribuirá a la implementación de la política.
El documento, aclaró, se enfoca en el bienestar de los animales como concepto más abarcador, ya que “contempla el estado físico y mental en relación con las condiciones en las cuales los animales viven y mueren”.
El funcionario apuntó que para la redacción del documento cuentan con un banco de quejas en el cual sobresalen las malas condiciones en clínicas y consultorios veterinarios, el maltrato físico de los animales en cualquiera de sus variantes, el incumplimiento de medidas de bioseguridad, la existencia de peleas ilícitas, o el mejoramiento de las recogidas de los animalitos que viven a la intemperie, entre muchos otros.
Desplazados e ignorados por completo, los animalistas cubanos han alzado su voz en las redes sociales pidiendo justicia al no ser contemplados para la redacción de este documento.
“¿Y con quien ustedes se están reuniendo? Porque la diputada Lizet Martínez a quien admiro mucho me dijo que me avisarían de esas reuniones y aún nada. Sé que ella ha hecho hasta lo imposible, pero ustedes como que no cuentan con ninguno de nosotros. Seguiremos esperando entonces. Por favor¡¡¡. Sean un poco más conscientes de lo que significa este decreto ley para todos los que aman los animales en este país.
“Exigimos discusión abierta, participativa e inclusiva del decreto ley de bienestar animal y no solo “protectores escogidos”, publicó en su perfil de Facebook Javier Larrea Formoso, activista ambiental y coordinador general en Bienestar Animal Cuba.
“…Sanidad Animal no reconoce el trabajo de los animalistas en Cuba…”, publica una internauta en su muro de Facebook llamada Geysa Cruz. «…no invitaron ni han contactado a ningún protector y animalista del centro y oriente del país, quedando la representación solo en la Habana, cuando sabemos la problemática dentro del interior del país es compleja y diferente a lo que acontece en la capital», añade.
Al final de su post escribe: “Ahora dicen ellos que no reconocen el trabajo de los protectores, una gran falta de respeto. ¿Quiénes han estado todo este tiempo velando por el bienestar animal en la isla?”.
Al parecer, la publicación de la página oficial de Sanidad Animal Cuba cuando asegura que «Grupo de trabajo intercambia con la sociedad civil cubana durante el proceso de elaboración de la política de bienestar animal», no es más que una farsa.
Las autoridades han sentido la presión de la comunidad de animalistas cubanos desde la marcha por los derechos de los animales el año pasado y la posterior protesta en las mismas puertas de Zoonosis.
Obligados a dialogar, habían anunciado la elaboración de un proyecto de ley de protección animal, pero en los últimos meses esto ha quedado solo en un decreto-ley que estará sujeto a la aprobación previa de esta política de bienestar que intentan redactar dejando fuera a los verdaderos protagonistas en la batalla por los derechos de los animales.
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Boris Concepción Silva, otro de los miles de defensores de esta causa, posteó un emotivo comentario en su perfil de Facebook que resume el sentir de todos estos sacrificados luchadores, ignorados una vez más por las autoridades de la isla:
“No reconocer al movimiento animalista cubano hoy día sería no reconocer un arsenal de acciones que han detonado el desarrollo por el estado de la propia “Política de bienestar animal” que se discute actualmente. Sería no reconocer los miles y miles de animales rescatados por nosotros, esterilizados por nosotros, vueltos a la vida gracias a nosotros, sería no contar las vidas de perros inocentes que se han salvado en estos 8 meses tras la protesta de Zoonosis, sería no ver todos los animales de la calle dados en adopción, sería no ver los cientos de protectores que no tienen vida propia por atender animales de la calle¡¡¡”.
Mario Sandoval
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