Mojar el pollo, para que luego esa agua se convierta en hielo y así el pollo o la carne pesen más, es un viejo truco que termina perjudicando “al más pobre”
El viejo truco de mojar el pollo e inyectarlo con agua para que el agua se congele, se convierta en hielo y “pese” como si fuera libra de masa, otra vez es expuesto a la luz. No se trata de un divertimento, es el viejo ardid que desde siempre, en Cuba, realiza toda una cadena de individuos que termina en el bodeguero y que de esta manera se roban entre unos y otros pero, el perjudicado final siempre resulta el cubano de a pie.
Sí, porque cuando el bodeguero descubre que tuvo una merma y que el pollo que le trajeron como 1000 libras se le convirtieron en 900, a donde acude es a la pesa, para despacharle a un infeliz mortal 3/4 de libra de pollo como si fuese una libra entera.
En esta ocasión, la denuncia la hace una familia cubana, que al hablar del exceso de hielo en el pollo dice: “Están robando demasiado”.
Según ellos, compraron en una tienda, con divisas, un pollo recubierto con una capa de hielo, que al final se convirtió en “una falta de respeto”.
“Una falta de respeto, compadre”, sentenció quien grabó las imágenes.
El hombre culpa a la fábrica pues de acuerdo con lo que estuvo averiguando, el pollo salió directico de allí y llegó a la tienda y fue vendido con rapidez.
“Este es el pollo que le están vendiendo a las personas a un alto precio, lleno de agua y hielo para cobrarles más. Esto da asco. Ver como a un pueblo que está pasando hambre les roban a la cara”, escribió el autor del video al periodista Mario Vallejo, quien divulgó las imágenes en Facebook.
“El pollo de hielo, así podríamos llamar a este video si lo que muestra no fuera tan triste e indignante”, concluyó Vallejo en la citada red social.
Por casualidades de esta vida, quien les escribe fue víctima de una estafa similar en su breve época como comprador de una empresa. El traslado desde el matadero de San Antonio de los Baños en un camión no refrigerado, más un apagón de 8 horas luego donde estaban las neveras, incidió en la pérdida de 100 kilogramos de pollo de un día para otro. Kilogramos que, debería reponerlos un culpable, en este caso quien les habla y el camionero que transportó el pollo a la empresa.
por Ariel P.
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