Ambos vieron interrumpidas sus carreras deportivas antes de tiempo por diferentes motivos, aunque estuvieron las temporadas suficientes en los terrenos de juego para dejar huella. ¿Rey Vicente Anglada o Juan Padilla?
Les tocó el turno en la sección comparaciones beisboleras a dos de los más espectaculares guardianes del segundo cojín que han transitado por Series Nacionales. Ingeniosos, creativos, y pasionales, estos camareros capitalinos fueron ídolos en su época y son considerados por muchos especialistas como los dos más grandes defensores de esa posición que han tenido en su historia los equipos habaneros. ¿Rey Vicente Anglada o Juan Padilla?
Aunque ambos vieron interrumpidas sus carreras deportivas antes de tiempo por diferentes motivos, estuvieron las temporadas suficientes en los terrenos de juego para dejar una huella indeleble y crear un mito alrededor de su figura por su accionar nada convencional sobre los diamantes. ¿A quién prefieres para jugar la segunda almohadilla en tu equipo capitalino favorito?
Rey Vicente Anglada
Explosivo, corajudo e innovador, el joven Anglada irrumpió en los campeonatos nacionales con mucha fuerza y desde su primera Serie Nacional se adueñó del segundo saco del Industriales, equipo que se coronó campeón ese mismo año.
Su capacidad de desplazamiento y sus buenas manos se unieron a su inteligencia en el terreno para crear un jugador muy por encima de la media de aquellos tiempos de la década del 70.
Venerado por miles de aficionados por su juego fuerte y espectacular se mantuvo activo durante diez años, la mayoría de ellos integrando la selección nacional.
Implantó un récord al conectar un par de cuadrangulares en una misma entrada y siempre se mantuvo entre los primeros en promedio de bateo e imparables, además de mostrar una defensa hermética.
Veloz en las bases y buen tocador de pelotas, concluyó su carrera con 806 hits, entre ellos 109 dobles, 35 triples y 40 jonrones, aunque nunca fue considerado un hombre de poder. Remolcó además 303 carreras y su average ofensivo fue de 291, muy bueno para la época que le tocó.
Con el uniforme del equipo Cuba participó en varios eventos internacionales y logró la medalla de oro, entre ellos dos Campeonatos Mundiales, unos Juegos Centroamericanos (Medellín 1978) y unos Panamericanos (Puerto Rico 1979). En estos dos últimos torneos, integró el equipo Todos Estrellas.
La única vez que se enfrentó a jugadores profesionales fue en 1980 contra selecciones de la Liga mexicana y conectó 22 incogibles en 45 turnos (422 ave).
Juan Padilla
Llamado “La aspiradora azul” o “La maravilla”, este capitalino hizo época con su guante, al punto de convertir el fildeo y las jugadas de doble matanza en todo un arte.
Con un pivot impresionante y un alarde de buenas manos formó alrededor de la intermedia, junto con su compañero de equipo Germán Mesa, una de las mejores combinaciones de la historia del béisbol cubano.
Muy creativo y autor de varios engarces de leyenda, se ganó desde su debut el afecto de la afición, que lo seguía en busca de jugadas espectaculares.
Con el aluminio en ristre no fue segundo de nadie y logró promediar para 307 en 17 campañas nacionales, al ligar mil 914 hits en 6 mil 241 veces oficiales al bate, con 293 tubeyes, 68 triples y 149 bambinazos, además de empujar 913 carreras para el plato.
Fue campeón nacional con sus Industriales y con la selección nacional fue bicampeón mundial y olímpico, al integrar las filas del equipo que se tituló en Barcelona 1992 y en Atlanta 1996.
Coincidió en tiempo con el santiaguero Antonio Pacheco, titular indiscutido de la segunda base en el equipo nacional, lo que lo privó de dejar una mayor impronta en certámenes foráneos durante sus años mozos.
En plenos playoff del año 2000 sufrió un accidente que le hizo perder la visión en su ojo derecho y tuvo que abandonar su carrera deportiva cuando aún estaba en plenitud de facultades.
Roque Díaz