Una madre y sus tres hijos duermen en la calle en la ciudad cubana de Santa Clara, según se pudo ver en unas fotos publicadas en las redes sociales.
Yaquelín Pérez se llama la mujer que muestra las imágenes y ella y sus pequeños fueron fotografiados mientras duermen en la urbe de la provincia de Villa Clara.
La denuncia fue hecha en una publicación de Facebook del 12 de junio pasado por Noelia Pedraza, quien refirió que el niño menor padece de “autismo con una condición cerebral”.
Según Noelia, la familia duerme en las afueras del supermercado del Reparto Martí. La madre se “ha dirigido a todos los dirigentes de la provincia y nadie ha querido resolver su caso”.
En uno de los comentarios, Pedraza explica que “el papá de los niños no tiene casa” y que, por tanto, la madre y los pequeños vivían con los padres de ella.
La publicación ha generado innumerables muestras de molestia por parte de personas que se interesan por la situación de esta cubana.
A otro interesada en conocer si la noticia es completamente real, le asegura que “puede comprobarla. El teléfono de Yaquelín es 58066764. Es en el reparto José Martí, en Santa Clara, Villa Clara”.
Otra usuaria, Milagros Suarez, cuyo perfil afirma que vive en la mencionada ciudad, asegura conocer la situación y que “la pobre convivía con un familiar diagnosticado con esquizofrenia”, algo que afirman varias personas en otros comentarios al post.
La información fue ampliada por Noelia, quien asegura que la persona enferma es el padre y que “no puede convivir con él, porque su niño está enfermo”.
Quizás quieras leer En Cuba hay 122,072 viviendas con piso de tierra y 9611 cuarterías
Cuba parece más enfocada en construir hoteles y reparar inmuebles para el Ministerio del Turismo que en construir viviendas. Según dijo el ministro cubano de la Construcción, René Mesa Villafaña, en el programa de TV Mesa Redonda, sitúan en 122 072 las viviendas con piso de tierra en el país, y en 9611 las llamadas cuarterías, muestra inequívoca que el fondo habitacional de la isla está muy depauperado.
Omar Cortázar