Los registros médicos del hospital indican que Linsenmeir no recibió tratamientos para ninguna de sus quejas, según la demanda.
Los familiares de Madelyn Ellen Linsenmeir, una mujer que murió tras pedir asistencia médica repetidas veces cuando se encontraba bajo custodia policial en Springfield (Massachusetts, EE.UU.), han demandado al Departamento de Policía de esa localidad. Según alegan ellos, los oficiales no le creyeron desde un inicio a Madelyn que se encontraba enferma, y demoraron varios días en trasladarla a un hospital donde finalmente murió.
De hecho, la demanda, tuvo lugar en marzo, pero ahora es que ha alcanzado más revuelo luego de publicarse las imágenes de Madelyn diciendo “I can´t even breathe”, una frase exactamente igual a la pronunciada por George Floyd antes de morir. La demanda fue hecha a través de la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU).
En el video se muestra a Madelyn, una mujer adicta a los opioides, pedir atención médica antes de su muerte. Ahora su familia ha presentado una demanda por homicidio culposo.
“Estamos buscando justicia para mi hermana y protección para las personas que padecen su enfermedad y terminan en este sistema de justicia penal que está tan roto”, dijo Kate O’Neill a ABC News, hablando sobre su hermana menor, Madelyn Linsenmeir.
Poco después de que Linsenmeir muriera el 7 de octubre de 2018, su familia exigió respuestas del Departamento de Policía de Springfield. Este dijo que la habían retenido bajo cargos de suplantación criminal y de tener una orden de fuga en New Hampshire por una violación de libertad condicional derivada de un delito relacionado con las drogas. En ese entonces no se habló nada del video.
Sin embargo, la verdad salió a la luz. El video de la policía muestra a Madelyn Linsenmeir diciendo repetidamente a los oficiales que estaba enferma, mientras estaba siendo procesada.
La última vez que la familia de Linsenmeir supo de ella fue por teléfono desde el área reservada del recinto el 28 de septiembre de 2018, cuando se quejó a su madre frente a los oficiales de policía de tener dolor y necesitar ir al hospital.
“A fines de septiembre de 2018, Madelyn sufría de endocarditis infecciosa. La endocarditis infecciosa es una infección del corazón que amenaza la vida pero es tratable, por lo general involucra una de las válvulas’, figura en la demanda por muerte injusta presentada por la American Civil Liberties Union De Massachusetts en nombre de Maura O’Neill, la administradora del patrimonio de Linsenmeir.
La demanda, en asociación con los Servicios Legales de Prisioneros de Massachusetts y el bufete de abogados Goulston & Storrs, se presentó el 5 de marzo a raíz de una solicitud de registros públicos realizada por la ACLU en octubre de 2018 para preservar todos los registros mientras Linsenmeir estaba bajo custodia policial.
Entre las pruebas entregadas estaban sus informes médicos del Centro Correccional de Mujeres Regionales del Oeste de Massachusetts y dos videos de vigilancia, incluido uno sin audio del SPD.
“Sí, estoy muy enferma en este momento. Ni siquiera puedo pensar con claridad. Me voy a desmayar literalmente por el dolor”, dice Linsenmeir durante una parte del video de ocho minutos, hablando con el sargento Moises Zanazanian, quien, junto con el oficial Remington McNabb, y la empleada Sheila Rodríguez son nombrados como demandados en la causa, así como el estado de Massachusetts y la Oficina del Sheriff del Condado de Hampden.
“¿Por qué crees que vas a necesitar ir a un hospital?” Zanazanian le pregunta a Linsenmeir, mientras se apoya en una mesa.
“Tengo un dolor muy, muy, muy malo, en el pecho, parece que me derrumbo, ni siquiera puedo respirar …” respondió Linsenmeir.
“Los síntomas de endocarditis infecciosa en consecuencia pueden incluir dolor en el pecho y dificultad para respirar”, señala la demanda.
Linsenmeir fue enviada de regreso a su celda, pero parecía tener demasiado dolor para acostarse, y regresó a pedir ayuda.
En un video sin audio, se ve a Linsenmeir hablando por teléfono con su madre, Maureen.
“Mientras los agentes se encontraban cerca, supuestamente escucharon a Linsenmeir decir que estaba realmente enferma, que tenía dolor y que necesitaba ayuda. También escucharon a Madelyn decirle a Maureen (su madre) que había pedido atención médica y se le había negado.
Aún sin intervención médica, Linsenmeir fue enviada al centro correccional, donde el personal determinó que Madelyn tenía un diagnóstico de, entre otras cosas, “abuso de alcohol” y “abuso de opioides” .
“Se le trató como una reclusa que requirió desintoxicación”, expresa la demanda, en la cual se aclara que la crisis de los opioides puede ser mucho peor de lo que se pensaba, lo que hace que la epidemia sea más difícil de combatir
“Hay mucho estigma y parcialidad en estos casos, y eso se manifestó claramente en el caso de Maddie”, dijo Kate O’Neill a ABC en marzo pasado.
“De acuerdo con la demanda, Linsenmeir declaró a los guardias de la cárcel que estaba “enferma y no enferma de droga”, y que tenía el pecho apretado y que le dolía el corazón.
La demanda dice que “los miembros del personal del CMI le dijeron a Madelyn que la situación era su culpa por usar drogas“.
Los registros médicos del 1 de octubre al 4 de octubre de 2018 indican que Linsenmeir no recibió tratamientos para ninguna de sus quejas, según la demanda.
Fue enviada al hospital el 4 de octubre, donde “el personal médico diagnosticó a Madelyn con endocarditis de la válvula tricúspide, embolias pulmonares ‘innumerables’ y lesiones cavitarias de los pulmones, e insuficiencia respiratoria hipoxémica aguda, entre otras cosas”.
Según la demanda: “Madelyn murió como resultado de las acciones de los acusados. Como resultado, su hijo perdió a su madre y sus otros familiares perdieron a su hermana e hija”.
por Roberto A.
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