La reina Isabel tampoco ha escatimado en el uso de la tecnología ante los tiempos que corren. ¡Un par de clases, y a hablar por Zoom!
Los 94 años de vida de Isabel II no atentan contra su capacidad para adaptarse a cualquier circunstancia. Y lo ha demostrado recientemente, ahora que la situación generada por el Covid 19 nos ha obligado a buscar diferentes alternativas de comunicación mediante la tecnología.
La monarca de Reino Unido dejó más claro aún sus habilidades, después de haber recibido un curso acelerado sobre cómo realizar videollamadas y utilizar tablets. Y al parecer, las clases dieron sus resultados, pues la Casa Real británica ha compartido imágenes de la primera videollamada pública de la reina mediante la conocida herramienta Zoom.
Durante este estreno le acompañó su hija, la princesa Ana de Inglaterra. Ambas hablaron con diferentes personas que forman parte de la organización Carers, una beneficencia que tiene como objetivo principal apoyar a todos aquellos que son cuidadores de algún familiar o persona cercana que tiene algún tipo de enfermedad o necesidad especial.
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La conversación tuvo lugar con motivo de la semana de los cuidadores en Reino Unido, y mediante este contacto varios de ellos contaron sus experiencias personales a las royals.
“He sido cuidadora de forma oficial realmente desde que tenía ocho años. Pero no me di cuenta de ello hasta que tuve 11 o 12. A cualquier cuidador le lleva un tiempo llegar a reconocer que lo es”, confiesa una de las mujeres que aparecen en el video. “Psiquiatra, enfermera, socióloga: te pones esos tres sombreros a la vez y después puedes perder el sentido de ti misma también”, denuncia otra de ellas.
Después de algunos testimonios más, Isabel II concluyó el video con un mensaje de despedida y reconocimiento: “Ha sido interesante escuchar todos sus relatos e historias. Estoy muy impresionada por lo que ya han conseguido. Estoy encantada de haber podido acompañarles hoy”.
De esta forma, madre e hija han visibilizado y han estado cercanas a los problemas a los que debe dar solución la mencionada ONG, pero más allá de eso, sin dudas pudieron también sentirse a la altura del sinnúmero de personas que hoy hacen uso de esta forma virtual de comunicación.
Olivia Pérez
