Iris Valdés, miembro del equipo del proyecto de vacuna contra la Covid-19 que busca desarrollar el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología dijo que los biotecnólogos cubanos “avanzan en la búsqueda de una vacuna específica contra la enfermedad”.
La vacuna cubana contra el coronavirus, de la cual no se conoce mucho, estaría desarrollándose a partir de “experiencias anteriores con otros inyectables”, aunque en este caso en específico, se tiene que desarrollar otra estrategia, propia y nueva para lograr “un compuesto que genere respuesta inmune específica y además protectora de modo que se evite la replicación de este virus SARS-Cov-2 y sea de larga duración”.
No es una tarea fácil. De hecho, no pocos científicos en el mundo trabajan a brazo partido en este “problema” de la replicación del virus. Para hacerlo más fácil de explicar: imagínese que usted modifica ligeramente la llave de la puerta de su casa; esa ligera modificación la haría inservible en la cerradura.
En este caso, la réplica del virus y su mutación hace más difícil la tarea. Por suerte, experiencias previas como la vacuna VA-MENGOC-BC, la vacuna contra la hepatitis B y la pentavalente, que incluye antígenos contra cinco enfermedades diferentes, permiten desbrozar parte de un camino.
“A partir de estas experiencias, con el trabajo de plataformas predeterminadas, hemos utilizado esas herramientas para identificar las diferentes regiones del patógeno y obtener la futura vacuna”, explicó Valdés.
De las vacunas que trabajan en subunidades que utilizan diferentes hospederos como bacterias, levaduras y células superiores, se obtienen los antígenos que combatirán el virus. Los antígenos son los componentes fundamentales de cualquier vacuna, que junto a otros factores “adyuvantes”, potencian la respuesta inmune que genera estos antígenos.
Las grandes compañías en el mundo que han podido avanzar aún más en sus proyectos lo han logrado a partir de plataformas más amplias y desarrolladas que las cubanas; “con una diversidad de estrategias, que abarcan desde las basadas en vectores, atenuadas, inactivadas, hasta las que utilizan ARN, ADN y subunidades recombinantes”, pero no por ello se garantizará el éxito. No siempre la primera vacuna es la más eficaz.
La respuesta cubana a la covid-19
Biotecnólogos cubanos ya se encontraban trabajando en la búsqueda de la vacuna y en posibles respuestas sanitarias al coronavirus antes de que este llegase a la isla. Aunque muchos crean que no – el caso de una vacunación temprana contra la gripe en Uruguay dio muy buenos resultados en el país andino para enfrentar al virus – en Cuba se trabajó con estrategias y recursos propios para controlar la enfermedad.
Es muy temprano para afirmar que medicamentos como el PrevengHo Vir, el Anamú y otros fueron piezas de enfrentamiento a la covid-19, con 100% de efectividad. No todos los organismos responden de igual manera, y el panorama se complejiza en cada caso.
Cuba, por ejemplo, derrochó elogios para el medicamento conocido como Interferón, pero al parecer ha sido la Biomodulina T, la que ha tenido mejores resultados, al menos, reduciendo el índice de mortalidad.
Desde hace 10 jornadas Cuba no reporta fallecidos y mil 880 se recuperaron ya del letal virus, un alto promedio, sin dudas.
Una mejor explicación de lo que ha hecho Cuba en este sentido puede encontrarse en el siguiente enlace (aquí)
por Roberto A.
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