Se sabe que Biden quiere una mujer afroamericana a su lado. Fuera -al parecer- Michelle Obama, quedan varias mujeres negras para el añorado puesto, pero ninguna como la gran Condoleezza Rice.
No será Michelle Obama, sino Condoleezza Rice (al parecer) la fórmula mágica que habría encontrado Joe Biden para intentar derrotar a Donald Trump en noviembre. Mujer y afroamericana. Dos factores esenciales. Pero ojo, no termina ahí su curriculum vitae. No termina ahí el paso dado por el anciano Biden. Sumen a su acierto, la asistencia “virtual” al funeral del afroamericano George Floyd.
Una encuestadora realizó ayer un sondeo en Houston, entre los asistentes al funeral en la ciudad, y dice que “todos” dijeron que votarían por Biden. ¿No suficiente? Anoten esto, que es fundamental: Condoleezza, politóloga y diplomática estadounidense, amén de algún bache que haya tenido en el tiempo que fue Secretaria de Estado de los EE.UU. en el gobierno de George W. Bush -primera mujer afroamericana en asumir ese cargo- es increíblemente popular y respetada. Y es R-E-P–U-B-L-I-C-A-N-A-
Sí, quien fungió como la 66.ª secretaria de Estado de los EEUU es republicana, y al parecer pudiera ser el ingrediente secreto en la fórmula de George Biden para dividir el voto republicano. Al menos ese es el ruido que hay ahora mismo por allá arriba.
No sabemos si lo logrará, pero sin dudas esta “coalición”, ya de por sí renovadora y trascendental en los anales históricos de la política estadounidense, pudiera influir y de gran manera en las votaciones de noviembre. Que Condoleezza Rice sea la posible compañera de Biden por encima de una Michelle Obama no interesada en la política, o de una Kamala Harris sí interesada, pudiera arrastrar los votos del centro, y también bastantes votos de la derecha. Un “pacto del diablo”, lo llaman algunos, pero la verdad es que Rice es más republicana por tradición que por ideología, y ya ella ha dado pruebas de ello en el pasado.
Con el país sumergido en las mayores protestas por los derechos civiles desde la década de 1960, una compañera de partido afroamericana es fundamental en las aspiraciones de Biden. Trump tiene para enfrentar una recuperación económica vapuleada por el coronavirus y la posible salida a la luz de la vacuna contra la pandemia. Si Trump logra que EE.UU. se levante económicamente, y saca la vacuna en octubre, es probable que gane sin muchos miramientos en noviembre. Pero… no hay nada claro con el coronavirus.
Lo que sí está claro es que la ida “virtual” de Biden a los funerales de Floyd, más que nada es un apoyo tácito de interés al movimiento Black Lives Matter. Si escoge a Rice como su compañera de fórmula, es como las gotas de angostura en el mojito, y se echaría el voto afroestadounidense más aún en el bolsillo.
Según el diario The Hill, Rice pudiera rescatar a los independientes de toda la nación, además del voto negro y el voto femenino. “Esa es la política”, dice The Hill, y es tan cierto como que 2+2 son 4.
En caso de que Condoleezza no sea “la elegida”, quedan aparte de la senadora Kamala Harris -quien parece no atraer más público que el de California, y por eso no logró “caminar” en las primarias para la nominación presidencial demócrata- otros cuatro nombres para escoger, de acuerdo con el periódico The Washington Post, que citó en al menos cinco de las candidatas a la vicepresidencia de Estados Unidos a la exasesora de Seguridad Nacional Susan Rice, la exrepresentante del estado de Georgia Stacey Abrams, la alcaldesa de Atlanta Keisha Lance Bottoms y la representante de Florida Val Demings.
Todas mujeres negras, pero a todas les falta el reconocimiento a nivel nacional del que goza la gran Condoleezza Rice.
por Roberto A.
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